Por Margarita Bastías
(ANSA) - SANTIAGO DE CHILE, 20 MAR - Los meteorólogos temen
el regreso a Chile del fenómeno de La Niña, anomalía climática
que reduce las precipitaciones y que viene a agravar los efectos
de la sequía de los años 2007-2012.
La tibia presencia de El Niño en diciembre e inicios de enero
había generado esperanzas de tener un 2016 con lluvias que
frenaran el déficit de agua caída, que el año pasado estuvo
entre un 20 y 30%.
Pero la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados
Unidos (NOAA) advirtió en su último informe el regreso de La
Niña.
Para la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), recién a
fines de mayo se podrá tener precisión de lo que ocurrirá de
acuerdo a sus propios modelos climáticos.
Claudia Villarroel, de la DMC, explicó que de los 16 eventos
de El Niño registrados en el país (desde 1950 a la fecha), sólo
la mitad se ha transformado en La Niña. No obstante, este otoño -que oficialmente comienza mañana
lunes- debería ser de "normal a seco".
"Muchos han dicho que este otoño va a ser lluvioso debido a
que el agua de mar aún está cálida, pero no hay fundamento
estadístico para decir aquello", aclaró Villarroel, según
consignó el diario La Tercera. Recordó que esta estación del año se caracteriza por bajas
precipitaciones y que el agua caída en este período representa
apenas el 20 por ciento del total anual.
"A eso se le suma el cambio climático, que contribuye con
menores lluvias", apuntó. Para Jason Nicholls, meteorólogo de AccuWeather, El Niño
sigue siendo fuerte aunque la temperatura del océano ha
comenzado a enfriarse, por lo que el evento continuará
debilitándose.
La presencia de este fenómeno puede ayudar a que abril
termine con lluvias dentro de lo normal, aunque se advierte un
escenario distinto para los meses siguientes. "Casi todos los modelos climáticos muestran precipitaciones
por debajo de lo normal en mayo y durante el invierno en gran
parte de Chile", indicó. El Centro de Estudios Avanzados en Zonas Aridas (Ceaza)
pronosticó un otoño seco, con incertidumbre respecto a las
precipitaciones que se puedan generar en invierno.
"Probablemente durante marzo y abril tengamos altas
temperaturas", estimó Cristóbal Juliá, meteorólogo del CEAZA, lo
que se ha confirmado en las primeras semanas de marzo con
termómetros que escalan sobre los 30 grados Celsius. Ratificó también que la Temperatura Superficial del Mar (TSM)
se incrementó respecto de 2015, lo que habría potenciado los
efectos de El Niño, por ejemplo con mayores temperaturas para
esta parte del mundo. El Ceaza coincidió en que no se sabe cómo será este invierno
en Chile: existe un 50% de probabilidades de que El Niño se
mantenga en fase neutra o en su defecto se produzca un evento
como La Niña. "Es difícil precisar bajo condiciones neutras qué va a
ocurrir respecto de las precipitaciones. Y ante un posible
evento de La Niña lo más probable es que sea un invierno seco",
estimó. Fernando Santibáñez, investigador del Centro de Agricultura y
Medio Ambiente de la Universidad de Chile, explicó que los
últimos eventos más fuertes del fenómeno de La Niña se
registraron entre los años 1988 y 1989, y en el período
2007-2012.
Para el académico, el país todavía no está preparado para
enfrentar este tipo de eventos: "A pesar de las grandes
inversiones que el país hizo en el pasado en grandes obras de
regadío, no está preparado para un futuro hídrico más seco".
A su juicio, entre las tareas pendientes están, una visión de
"gestión integrada" de cuencas, el mejoramiento de la eficiencia
hídrica y la infraestructura, entre otras.
MBA/MRZ
20/03/2016 17:18
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