Por Titti Santamato
(ANSA) - ROMA 19 JUN - Trabajar en chips de última
generación, modernizar los ejércitos con sistemas robóticos,
profundizar en Inteligencia artificial y en espacio: esos son
los cuatro retos fronterizos que la OTAN está asumiendo para no
perder terreno en la competencia global, especialmente con
China, y en horas en las que Rusia y Corea del Norte firmaban un
acuerdo de cooperación estratégica.
Por ese motivo, la Alianza Atlántica decidió aportar la
primera financiación de su Fondo de Innovación, que asciende a
mil millones de euros y cuenta con el apoyo de 24 países
miembros.
"Con estas inversiones el Fondo comienza a marcar la
diferencia en nuestros ecosistemas de innovación, proporcionando
oportunidades de crecimiento para las empresas más prometedoras
del sector y para el beneficio tecnológico de la Alianza",
afirmó David van Weel, secretario general adjunto de Innovación
de la OTAN, en el sitio web oficial de la iniciativa.
Las inversiones "ayudarán a eliminar los obstáculos al
crecimiento de las tecnologías emergentes en Europa y en el
Reino Unido, desde la mejora de las capacidades colectivas de
inteligencia artificial hasta la ampliación de los límites de la
producción de nuevos materiales" por parte de la OTAN.
Los beneficiarios de esa primera ronda de financiación son
una startup alemana y tres británicas.
En concreto, la primera es la empresa Arx Robotics,
fabricante de sistemas robóticos de uso de defensa, comercial y
humanitario para las Fuerzas Armadas.
Las otras tres inversiones se destinan todas a empresas del
Reino Unido.
Está Fractile, una empresa de Inteligencia artificial que
está desarrollando tecnología que permite que grandes redes
neuronales funcionen "de forma más rápida, más eficiente y
sostenible".
Le sigue iComat, una empresa que proporciona estructuras más
ligeras, resistentes y sostenibles para vehículos aeroespaciales
y de automoción, "de forma rápida y económica".
Y, finalmente, Space Forge, que utiliza el entorno espacial
para producir semiconductores avanzados para infraestructuras
críticas, "garantizando más potencia y capacidades de
resiliencia en los sectores de telecomunicaciones, aeroespacial
y cuántico".
Además, de las cuatro startups, la división de innovación de
la OTAN, creada en 2021 y con sede en los Países Bajos, también
invirtió en cuatro fondos que apoyan las primeras etapas del
lanzamiento de empresas innovadoras.
Se trata de Alpine Space Ventures de Munich, que tiene en
su cartera cinco empresas del segmento aeroespacial; Otb
Ventures, con sede en µmsterdam, que se centra en ciberseguridad
y tecnología financiera; Join Capital con sede en Berlín y
enfocada al mundo industrial; Vsquared Ventures, un fondo alemán
que tiene dentro de su alcance la transición energética y las
tecnologías de la información.
No hay detalles sobre cuánto del fondo ha desmovilizado la
OTAN para esa primera ronda de financiación.
Sin embargo, se sabe que "brindará a los emprendedores de
deep tech el apoyo que necesitan hasta por 15 años, así como la
convicción y agilidad para comercializar y desplegar sus
soluciones a escala". (ANSA).