Por Tullio Giannotti
(ANSA) - PARIS, 20 GIU - La publicación de las listas es
motivo de conflicto entre los partidos en Francia, en medio de
una campaña electoral veloz, pero tensa: en un mar de siglas y
coaliciones que atestiguan un panorama político destrozado tras
las elecciones europeas, un referente político furioso es Eric
Ciotti, el presidente de los Républicains, quien llevó a una
pequeña minoría de los suyos a una alianza con la
ultraderechista Marine Le Pen.
Sin embargo, rechaza la etiqueta Unión de Extrema Derecha
(UXD) otorgada por el Ministerio del Interior a su coalición con
Le Pen.
El Frente Popular de izquierda, "con la Francia Insumisa,
los comunistas y el Partido anticapitalista, se llama Unión de
Izquierdas", protestó, exigiendo una rectificación inmediata del
ministro Gérald Darmanin.
A diez días de la votación, asimismo, llegó el momento de
que Gabriel Attal, el primer ministro que parece haber sido la
víctima sacrificada en decisión de Emmanuel Macron, de convocar
a lecciones anticipadas que probablemente darán a Francia una
coexistencia entre el presidente y una mayoría de extrema
derecha o de izquierda.
Attal no ocultó este punto, de hecho lo subrayó: "En el
gobierno -dijo- tendrán a Jordan Bardella, o tendrán a Jean-Luc
Mélenchon, o me tendrán a mí".
Anteriormente, había sido aún más explícito: "Cualquiera que
sea el resultado de las elecciones -sostuvo, consciente del
desplome de la popularidad de Macron - el presidente de la
República seguirá siendo presidente hasta 2027. El resultado de
las elecciones no se trata, por lo tanto, de quién será el
presidente de la República, sino de quién es el primer ministro,
quién gobierna, con qué gobierno y qué mayoría".
Un tema -el de la continuidad de la persona en la
diversidad de la situación - que podría tener una tímida
coincidencia en la encuesta Ifop de hoy, que constata -respecto
al lunes- un descenso de la extrema derecha (34% para Le
Pen/Ciotti), un pequeño aumento del Nuevo Frente Popular de
izquierda (+1 al 29%) y una recuperación significativa de los
macronoistas de "Ensemble" (al 22%), que salen del abismo del
18%.
Analistas y comentaristas políticos opinan sobre la
estrategia de Emmanuel Macron para escapar de la "pinza" que lo
retiene: la extrema derecha y el Frente Popular.
El presidente -dicen en su entorno- ha decidido presentarse
a dos elecciones diferentes, una primera vuelta y luego una
segunda vuelta.
En la primera vuelta, el objetivo es dividir al Frente
Popular, para luego presentarse con el máximo número de
candidatos en la segunda vuelta y desafiar cara a cara al mayor
número de exponentes de extrema derecha.
Una estrategia que lo obliga hoy a llevar a cabo una
campaña cada vez más derechista, arriesgándose a iniciar una
anti-Le Pen en diez días.
Misión considerada casi imposible. (ANSA).