Por Francesco De Filippo
(ANSA) - TRIESTE 21 JUN - Luego de tantos años la situación
del Silos se convirtió en inaceptable, sobre todo para una
ciudad civil y cosmopolita como Trieste, y esto era un hecho
declarado y, por ello, el enorme edificio deteriorado junto a la
estación ferroviaria, privado de cualquier servicio
higiénico-sanitario, no podía continuar siendo un lugar de
refugio para centenares de inmigrantes llegados al terminal de
la "ruta balcánica".
Así pues esta mañana, después de años de polémicas y
enfrentamientos incluso políticos, las fuerzas del orden
intervinieron y los desalojaron y trasladaron a otros lugares a
los migrantes.
Tal y como había anticipado el ministro del Interior, Matteo
Piantedosi, pocos días atrás, al anunciar: "No será un blitz",
la operación fue indolora, realizada con gran tranquilidad y
profesionalidad. Una operación conocida desde hace días,
precedida por una ordenanza de desalojo firmada por el síndico,
Roberto Dipiazza, una decena de días atrás.
Aquellos que deseaban eludir el control -porque, como
tantos, consideran a Trieste solo una etapa en el viaje hacia
Europa central- tuvieron todo el tiempo para abandonar el Silos
y quien, en cambio, tiendo los documentos en regla, y pedidos de
asilo ya avanzados, querían aprovechar la ocasión de tener un
alojamiento digno, estaban ya listos con mochilas y maletas.
En total, unos ochenta eran migrantes en el edificio a los
que se agregaron algunas decenas de otros migrantes. La
situación se convirtió en insostenible con la propiedad del
edificio, Coop Alleanza 3.0, por un lado, el municipio, por el
otro, y en el medio las asociaciones de hostelería y la sociedad
civil.
Un importante rol en los últimos meses lo tuvo asimismo la
Iglesia, con las tantas tomas de posición por parte del teólogo
monseñor Ettore Malnati, y el nuevo obispo monseñor Enrico
Trevisi.
La centralidad geográfica del lugar, las continuas
referencia del prensa nacional e internacional, las tantas
cumbres internacionales que se desarrollan en la ciudad y otras
que están programadas en breve, las próximas visitas del
presidente de la República, Sergio Mattarella, y del papa
Francisco, deben hacer hecho el resto.
Esta mañana, junto con el cuerpo de policía, Carabineros, la
Guardia de Finanzas, la Policía local, intervinieron también
operadores sanitarios de Asugi que visitaron a los migrantes
bajo los gazebos a propósito montados esta mañana, donde se
realizaron las identificaciones y los procedimientos
administrativos. En un par de horas se desalojó el Silos y fue
permitido el acceso a los periodistas.
Inicialmente se suponía que los inmigrantes serían
trasladados a un centro en el Carso triestino, Campo Sacra, que
aún no está listo. Por eso muchos fueron llevados a otros
lugares, incluso fuera de la región, como por ejemplo a
Lombardía. (ANSA).