(ANSA) - HAMBURGO, 22 GIU - Georgia y República Checa
igualaron hoy 1-1 por la segunda fecha del Grupo F que lideran
Portugal y Turquía, rivales en el cierre de la jornada en la
Eurocopa que se celebra en Alemania.
El empate que les permitió sumar el primer punto a ambos en el
torneo continental y lo celebran portugueses y turcos, que irán
más tarde por la clasificación anticipada a los octavos de
final.
Georges Mikautadze, jugador del Metz, puso en ventaja a Georgia
de penal en tiempo adicionado al primer capítulo del partido en
Hamburgo, en el que Patrik Schick, delantero del Bayer
Leverkusen campeón de la Bundesliga y de la Copa de Alemania,
igualó a los 59'.
Para Georgia, que había caído por 3-1 frente a Turquía en el
estreno, se trató del primer punto en una Eurocopa, torneo que
disputa por primera vez en su historia, aunque pudieron ser tres
si Saba Lobzhanidze, delantero del Atlanta United de la MLS
estadounidense, hubiese acertado en tiempo adicionado por el
árbitro alemán Daniel Siebert.
El combinado entrenado por el francés Willy Sagnol también pudo
haberse ido de Hamburgo con las manos vacías de no ser por la
gran actuación de Giorgi Mamardashvili, arquero del Valencia
contra el cual chocaron todos los intentos de una República
Checa que lució sólida que en la agónica derrota por 2-1 frente
a Portugal y llegó hoy al empate cuando Schick aprovechó un
rebote casual para superarlo.
Ni Sagnol, ni su colega Ivan Hasek realizaron demasiadas
modificaciones en sus planteles respecto del debut, salvo el
ingreso de Vaclav Cerny por Jan Kuchta en el combinado checo
para acompañar en la ofensiva a Schick y a Adam Hlozek, y el del
georgiano Zuriko Davitashvili, con más vocación ofensiva, para
abastecer a la dupla integrada por Khvicha Kvaratskhelia y
Mikautadze.
Schick fue el primero en arrimar peligro en el partido y lo hizo
en dos ocasiones seguidas, poniendo a prueba a un Mamardashvili
que respondió con solvencia desde sus primeras intervenciones en
el partido y se mostró firme cuando República Checa se imponía
en el juego presionando arriba durante casi todo el primer
capítulo, en el que realizó siete remates al arco.
Esa presión daría frutos a los 23', cuando Hlozek logró vencer
la resistencia del arquero georgiano con una dosis de fortuna,
pero el alemán Siebert invalidó la conquista tras ser advertido
por el VAR porque el balón había impactado previamente en el
brazo del delantero.
A los 28', fue Cerny quien dilapidó una chance clara para abrir
el marcador a metros del arco, situación que pareció despertar a
Georgia, que contó con una que alcanzó a despejar sobre la línea
Vladimir Coufal, mientras que a los 45' fue Guram Kashia el que
desperdició un mano a mano frente a Jindrich Stanek.
Cuando se jugaba tiempo adicionado, una mano en el área de Robin
Hranac fue percibida por los asistentes del VAR que alertaron a
Siebert tras lo cual el árbitro sancionó el penal que Mikautadze
trocó por gol, aunque habría tiempo todavía antes del final de
ese período para que Mamardashvili volviera a lucirse ante un
remate de Schick.
Pero como suele decirse, el fútbol da revancha y el delantero
del Leverkusen la tendría en el complemento con una cuota de
suerte cuando el balón rebotó el poste y en su pecho para dejar
sin opciones al arquero georgiano, hasta entonces infranqueable.
Ladislav Krejci estuvo a punto de dar vuelta el marcador con un
cabezazo que se fue apenas ancho antes de que Schick dejase la
cancha por una dolencia, pese a lo cual República Checa mantuvo
la presión ante una Georgia que se encontró en dificultades
incluso para generar algún contragolpe aislado apelando a la
velocidad de Kvaratskhelia.
Así y todo, el combinado georgiano casi se lleva el premio mayor
en la agonía del duelo por esa misma vía, aunque por intermedio
de Lobjanidze, que poco antes había reemplazado al delantero del
Napoli y que tras la ocasión desperdiciada todavía debe estar
lamentándose.
El empate resultó justo porque República Checa no merecía perder
como lo hizo en el estreno en tiempo de descuento frente a
Portugal, resultado que hubiese determinado la eliminación del
combinado entrenado por Hasek, que se jugará su última carta
para avanzar a octavos frente a Turquía el miércoles, nuevamente
en Hamburgo, mientras Georgia hará lo propio ante Portugal en
Gelsenkirchen. (ANSA).