(ANSA) - ESTOCOLMO, 23 GIU - El martes pasado, el comité
constitucional finlandés aprobó la prórroga del estado de
excepción en la frontera, que permite el rechazo preventivo de
inmigrantes sin examinar sus solicitudes de asilo.
La norma se introdujo a fines del año pasado, cuando
numerosos inmigrantes intentaron cruzar la frontera oriental de
Finlandia desde Rusia para buscar asilo político.
Muchos, incluido el primer ministro finlandés, Petteri Orpo,
han calificado esta situación de ataque híbrido de los rusos.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR) se ha opuesto a esta ley.
"Las devoluciones no son legales según la Convención de las
Naciones Unidas sobre los Refugiados, ni según el nuevo pacto de
la UE", declaró Annika Sandlund, portavoz del ACNUR para los
países nórdicos y la zona del Báltico.
"Finlandia ya se ha enfrentado en el pasado a situaciones
similares, resueltas mediante negociaciones políticas", añadió
Sandlund, entrevistada por la emisora ;;pública finlandesa Yle.
Los precedentes más recientes se remontan a 2015-2016,
cuando Turquía empujó a los inmigrantes hacia la frontera con
Grecia.
"A la gente se le dice que ésta es la única opción, pero no
es así. Hay muchas maneras de vigilar la frontera rusa teniendo
en cuenta los derechos humanos", señaló Sandlund.
El proyecto original de ley sobre las devoluciones,
presentado en marzo, preveía una duración ilimitada. Esto ahora
ha cambiado: "El principio de las excepciones a los derechos
humanos es que deben ser proporcionales a la amenaza y limitadas
en el tiempo", subrayó Sandlund. (ANSA).