(ANSA) - PESCARA 25 JUN - Quince puñaladas lanzadas por uno,
diez por el otro. Escupen sobre la víctima agonizante en el
suelo e incluso apagan un cigarrillo en su rostro. Luego, una
vez en el mar, hacen macabras bromas sobre cómo habían dejado al
chico.
A menos de dos días del homicidio de Christopher Thomas
Luciani, el joven de 17 años de Rosciano asesinado el domingo
por la tarde con 25 puñaladas en un parque del centro de
Pescara, emergen en la prensa local nuevos detalles sobre el
crimen, que conmociona al país.
Los espantosos detalles del crimen están contenidos en la
orden de detención donde se destaca que los dos adolescentes de
15 años, "actuando en concierto", mataron a Christopher Thomas
Luciani "con 25 puñaladas", "infligiendo tormentos y actuando
con crueldad, pateándolo y escupiéndolo mientras yacía
inconsciente en el suelo".
"Lo que emerge es la falta de empatía emocional con un hecho
de una brutalidad tan inaudita, que insultaron al cadáver,
fueron a bañarse al mar en un establecimiento balneario sin
llamar a los servicios de emergencia ni denunciar el hecho a las
autoridades, y de hecho bromeaban con macabra ironía sobre lo
que acababa de suceder", dice la orden.
Los gemidos agonizantes de Thomas y los dos adolescentes de
15 años que le decían "cállate". Es el relato del testigo del
terrible crimen en Pescara.
"Estaba asombrado, quería detenerlos pero no sabía cómo
hacerlo. Parecía que ya no estaban en sus cabales", dijo el
joven que luego dio la voz de alarma. Y añadió: "A pesar de lo
sucedido, fuimos al mar a bañarnos" y allí uno de los dos
presuntos asesinos "se deshizo del cuchillo que había envuelto
en un calcetín sucio de sangre, dejándolo detrás de las rocas".
"Dijo que para él era una cuestión de respeto", agregó el
testigo, que explicó que la víctima debía darle 250 euros a uno
de los dos adolescentes de 16 años investigados por el asesinato
de Thomas Luciani.
Así surge de los registros de los interrogatorios a los que
fueron sometidos en la noche del domingo los otros chicos
involucrados en el incidente.
Según la reconstrucción, todos se encontraron en la estación
de Pescara y desde allí fueron al Parque Baden Powell: uno de
los dos chicos investigados ya tenía el cuchillo.
Cuando le preguntaron a los testigos por qué uno de los dos,
aunque no tenía ninguna queja contra la víctima y ni siquiera lo
conocía, tomó el cuchillo y también lo apuñaló estando Thomas en
el suelo, la respuesta fue "porque son amigos".
De los registros se desprende que el 'acreedor' era un
pequeño traficante, al igual que la víctima.
Sobre el uso de drogas, como posible factor contribuyente,
uno de los testigos fue claro: "No he fumado drogas. Mientras
estábamos juntos, no usaron sustancias estupefacientes. Más
tarde fumaron marihuana, pero yo no".
De los registros de los interrogatorios de los jóvenes
testigos también se desprende que los dos habrían contado sobre
las puñaladas a sus amigos, aunque no se sabe si para jactarse.
(ANSA).