Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 25 GIU - Unos cuantos días de
lluvias torrenciales generadas por la tormenta tropical Alberto
pusieron prácticamente fin a 8 años de sequía en los
semidesérticos estados mexicanos de Tamaulipas y Nuevo León, en
la frontera con Estados Unidos, donde habitan unos 9,2 millones
de personas.
Los beneficios de estas precipitaciones, recibidas como una
"bendición del cielo" por los sufridos pobladores de esta
región, superan con creces el impacto humano, que se refleja en
7 muertes y algunas pérdidas materiales y en la agricultura.
En Tamaulipas, limítrofe con Texas, la presa Vicente
Guerrero, la más grande del estado, que abastece a Ciudad
Victoria, la capital, casi triplicó su capacidad al aumentarla
de 303 a 852 millones, lo que, si bien representa 22%, se trata
de una cantidad enorme por su enorme tamaño.
El embalse Vicente Guerrero, en la cuenca del Río Soto la
Marina, que se hallaba en 7,8, ahora se encuentra al 18,1%,
mientras que la represa Pedro José Méndez aumentó de 18,5 al
61,5%.
La represa Marte R. Gómez, en el norte del estado, que
sirve a la agricultura, se incrementó de 30,4 a 41%, pero siguen
los escurrimientos y las lluvias apenas comienzan.
En el caso de Nuevo León, el embalse El Cuchillo, el más
importante del estado, y principal fuente de suministro del área
metropolitana de Monterrey, la capital, pasó en unos días de la
semana pasada del 30 al 80% y ante la perspectiva de llenarse en
su totalidad comenzó a desfogarse el pasado fin de semana para
evitar que se desborde.
En caso de una inundación, se verían afectados numerosos
poblados ubicados cerca de El Cuchillo, que también ha comenzado
a enviar agua en pequeñas proporciones a la Marte R. Gómez, de
Tamaulipas, una de las más antiguas represas del estado.
Legalmente está establecido que el 1 de noviembre de cada
año, El Cuchillo debe enviar agua a la presa Marte R. Gómez,
pero esa decisión recae en la autoridad federal, representada
por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), aunque el tema ha
generado conflictos entre ambas provincias.
La Boca, otro de los embalses más importantes de Nuevo
León, también llegó a 95% de su capacidad, por lo cual tuvo que
abrir sus compuertas durante cuatro días.
Los dos estados han comenzado a evaluar los daños a su
infraestructura pues varias carreteras tuvieron que ser cerradas
y 28 municipios quedaron sin actividades escolares en
Tamaulipas, mientras que en Nuevo León desde el miércoles
también se suspendieron las actividades en las aulas y se
reanudaron hasta este lunes.
El alivio por la sequía que están experimentando dos de
los estratégicos del país, uno de ellos el que cuenta con la
mayor infraestructura industrial (Nuevo León) y el otro por cuyo
territorio transita el 80% de las exportaciones a Estados
Unidos, no es compartido por otras regiones de México.
La crisis hídrica que azota a México comenzó en 2016 pero
en los últimos tres años se agudizó y, según la Conagua, 65 %
del territorio nacional sufre algún grado de sequía.
El llamado Sistema Cutzamala, un complejo de 4 represas
ubicado a más de 100 kilómetros de la urbe, que suministra 30%
de las necesidades de la capital y su periferia, está a mínimos
históricos desde marzo pasado y las autoridades tuvieron que
reducir el suministro en las últimas dos semanas en la zona
poniente de la megalópolis. (ANSA).