Por Enrica Battifoglia
(ANSA) - ROMA 26 JUN - Dejar a un lado los miedos y saber
aprovechar las oportunidades que ofrece la Inteligencia
Artificial (IA) es lo que Italia y Europa deben hacer para no
quedarse atrás en la rápida y radical revolución tecnológica en
curso. Y para ello hay que unir las fuerzas y las capacidades en
un centro de investigación europeo sobre la IA con una
organización similar a la del CERN (Laboratorio europeo para los
aceleradores de partículas).
Es cuanto propone el informe sobre la IA de Aspen Institute
Italia (una entidad privada sin fines de lucro) e Intesa Sao
Paolo (un grupo bancario resultado de la fusión entre Banca
Intesa y Sanpaolo IMI con sede enTurín), presentado hoy en la
Cámara italiana.
"En los últimos años, la IA ha dado pasos de gigante y ha
revolucionado la forma en la que interactuamos con las máquinas
y esto tiene un reflejo importante en la formación y en la
educación", apuntó el secretario general del Instituto Aspen,
Angelo Maria Petroni.
"Italia es un país rico de talentos y capacidades, pero hay
que cubrir lagunas. La IA ofrece la oportunidad de transformar
nuestro mundo en otro hasta ahora impensable, pero para
conseguirlo se necesita un compromiso conjunto y un diálogo
constructivo", dijo el experto.
Por ello, se lee en el informe, "sería deseable la creación
de un centro de investigación dedicado a la IA en Europa,
similar al CERN para la física. Este centro podría concentrarse
en la investigación avanzada, en el desarrollo de estándares
éticos y tecnológicos y en la transformación de talentos en el
campo de la IA, y podría también concentrar las inversiones de
investigación siguiendo líneas compartidas".
Inspirarse en el modelo del CERN pone también de manifiesto
la importancia de dar "una sede física a las excelencias
europeas en el ámbito de la investigación y el emprendimiento, y
sería el punto de referencia para una vía europea a la IA".
Para la jurista Giusella Finocchiaro, de la Universidad de
Bologna, "la IA genera miedos, pero también muchas
oportunidades" y, además, "ya es utilizada por el 58% de las
empresas italianas".
Lo que falta es la creación de una conciencia, que es
indispensable para gestionar su desarrollo, apuntó Jacques
Moscianese, de Intesa SanPaolo.
Es importante, por ejemplo, entender que la IA "no es
inteligente porque es entrenada con una gran cantidad de datos y
no sabe hacerse preguntas, y tampoco es artificial porque es el
fruto de un gran trabajo humano", apuntó Monica Poggio,
consejera delegada de Bayer Italia.
Si afrontar la revolución de esta tecnología es un desafío
para Europa, lo es todavía más para Italia, un país que
"envejece rápidamente y donde es necesario acelerar la calidad
de los servicios", dijo el economista Patrizio Bianchi, emérito
de la Universidad de Ferrara.
En esta situación es crucial "permitir a todos el acceso a
las herramientas" ofrecidas por la IA, "no solo educar un número
restringido de técnicos, sino dotar a todo el país de una
capacidad crítica". (ANSA).