Por Massimo Lomonaco
(ANSA) - TEL AVIV, 26 GIU - Pésimo momento para el premier
Benjamin Netanyahu, y no solamente en el interior de Israel con
una posible crisis de gobierno por el reclutamiento de los
ortodoxos, sino también en las relaciones con Estados Unidos.
El ministro de Defensa, Yoay Gallant, tuvo éxito donde
fracasó el primer ministro, ya que en Washington todo indica que
desbloqueó el cargamento de armas y municiones estadounidenses
que su país espera desde hace tiempo.
Al finalizar la importante visita a Washington, el ministro
israelí -luego de reunirse con el Consejero para la Seguridad
Nacional, Jake Sullivan- dijo que "existieron progresos
significativos" en el tema. "Fueron removidos obstáculos y
-explicó- abordadas las estrecheces con el fin de llevar
adelante una serie de cuestiones y, más específicamente, el tema
de la potenciación de las fuerzas y el suministro de municiones
para Israel".
Gallant, que tiene sólidos lazos con Estados Unidos, se
quitó la clásica piedra del zapato. "En cada familia, y para
nosotros los estadounidenses son una familia, los desacuerdos
-aseveró- se discuten a puertas cerradas y se mantiene unida".
Una clara crítica al video publicado por el premier, la semana
pasada, en el que acusa de Estados Unidos de retrasar el envío
de armas.
"Cuando las controversias no se resuelven por semanas a
puertas cerradas, el premier israelí -contraatacó Netanyahu-debe
hablar claramente".
Empero, Bibi también tiene otros problemas: su gobierno
parece flaquear ante las amenazas de los partidos religiosos
Shas y United Torah, enfurecidos por el hecho de que el proyecto
de ley (mayoritario) sobre el aumento de la edad no ha avanzado
ni un centímetro en la Knesset. (Parlamento) para la exención de
los ortodoxos del reclutamiento.
Después de la sentencia del Tribunal Supremo que abolía
todas las exenciones para las personas religiosas, el presidente
de la Comisión de Asuntos Exteriores y de Defensa del
Parlamento, Yuli Edelstein (Likud como Netanyahu), afirmó que la
ley no se discutirá hasta que todos los partidos encuentren un
texto común. Y no dio marcha atrás ni siquiera después de una
tormentosa conversación con Netanyahu, preocupado de que Shas y
United Torah abandonen el gobierno, aunque no la mayoría.
La oposición al premier si mueve ya en todo el terreno. Un
grupo de intelectuales y hombres políticos israelíes -del exjefe
del Mossad, Tamir Pardo, al exfiscal del Estado israelí, Talia
Sasson, al expremier Ehud Barak, al premio Nobel, Aaron
Ciechanover, al escritor David Grossman- publicaron en el New
York Times (NYT) un llamado para que el Congreso retire la
invitación a Netanyahu a hablar en julio. "El premier
-denunciaron- está llevando a Israel hacia la declinación a una
velocidad alarmante, al punto de que podríamos perder el país
que amamos".
En tanto, día 264 de guerra las Fuerzas de Defensa de Israel
(IDF, sigla en inglés) continuan presionando en Rafah. Según
residentes -citados por los medios internacionales- el ejército
está martillando en la parte occidental de la ciudad con
intensos combates.
"Apoyamos firmemente el acuerdo del presidente Joe Biden,
que Israel aceptó, y ahora -notó Gallant- Hamás debe aceptar, o
sufrir las consecuencias".
Pero lo que suscita siempre mayor preocupación es la
situación en el Líbano donde se corre el riesgo de un choque
total entre Israel y Hezbolá, aliado de Irán, que, según la ONU,
"sería potencialmente apocalíptico". Basta pensar que Alemania y
Países Bajos pidieron a sus propios ciudadanos abandonar el
país. (ANSA).