Por Riccardo Rimoni
(ANSA) - BOLONIA 26 JUN - Stefano Bonaccini se despide de
Emilia-Romaña: el presidente (gobernador regional) de la
reconstrucción posterremoto, de la pandemia y de las
inundaciones dimitirá dentro de dos semanas para ocupar su
escaño en el Parlamento Europeo.
El último acto como gobernador de la región del norte
italiano será su presencia en la reunión del G7 sobre Ciencia y
Tecnología prevista en Bolonia, entre el 9 y 11 de julio
próximos, que se celebrará en el recién creado Tecnopolo, "el
resultado más satisfactorio de estos diez años", definió
Bonaccini en la última discurso en el hemiciclo con el que hizo
el anuncio formal de su próxima despedida.
"Desde hace diez años se ve esta región más fuerte que
antes", afirmó, enumerando los resultados obtenidos. Luego,
dejando traslucir un hilo de emoción, dijo: "Traté de servir a
esta región lo mejor posible".
El gobernador agradeció a los empleados de la Estructura
administrativa, concejales y concejales.
"Solo una cosa me disgustó: alguna acusación de que estaba
huyendo", dijo. Bonaccini, quien firmará su dimisión el 11 o 12
de julio, pocos días antes de asumir su cargo de parlamentario
europeo previsto para el 16 de julio.
Con él también cae el Consejo Regional y eso impedirá, al
menos hasta fin de año, el camino de los Consejos Regionales
(alternativa a la recaudación de 500 mil firmas) en la promoción
de un referéndum contra la autonomía diferenciada.
Bonaccini, sin embargo, se manifestó en contra de la medida
aprobada hace unos días en la Cámara: "Esta autonomía es un
alarde sensacional, además de un error que hará a Italia más
débil, más injusta y más dividida, porque es una chapuza
diferenciada autonomía, que, además, ya ve algunas grietas en la
mayoría".
Además, Bonaccini respondió a la primera ministra italiana,
Giorgia Meloni, quien había subrayado que hace unos años él
mismo había estado entre los primeros en pedir autonomía.
"Por eso tengo más mérito en poder hablar de ello, porque
nunca fuimos hostiles, al contrario, creíamos al principio: pero
a una autonomía diferenciada, muy distinta de la del Véneto y de
la Lombardía".
Mientras tanto, en Emilia-Romaña se analiza quién ocupará el
lugar del gobernador de Campogalliano. En el centroizquierda, el
alcalde de Rávena, Michele de Pascale, y el concejal de Trabajo,
Vincenzo Colla, parecen estar en primera fila, pero hay quienes
no excluyen a la vicepresidenta de la región, Irene Priolo.
Bonaccini no da nombres, pero advierte: "Ningún territorio
es indiscutible y ningún resultado se escribe hasta el momento
de votar, el único consejo que doy a mi partido y al
centroizquierda es que sigan sin dividirse, como hicimos en la
región en los últimos años, un caso más singular que raro en
Italia. Incluso es posible ampliar el perímetro de la coalición,
en mi opinión existen las condiciones para hacerlo".
La referencia es al Movimiento 5 Estrellas (M5S), la única
fuerza de base amplia ausente de la mayoría.
Sin duda, sea quien sea el candidato, "nos estamos
preparando para las próximas elecciones regionales en un clima,
en mi opinión, muy diferente al que vivimos hace cuatro años y
medio", cuando Lucia Borgonzoni y la Liga parecían las favoritas
para la victoria.
La centroderecha también se está moviendo. La próxima semana
habrá una reunión entre los líderes regionales de Hermanos de
Italia (FdI), Forza Italia (FI) y la Liga, y luego también será
el turno a nivel nacional.
Por lo que trascendió entre los concejales de la Asamblea
Legislativa, la orientación parece ser la de centrarse en una
figura cívica, para intentar remontar los 15 puntos de
desventaja de las elecciones europeas.
El líder de la Liga en la Región, Matteo Rancan, no se
expone, pero acelera el ritmo: como Liga "llevamos algunos meses
trabajando en el programa electoral, lo presentaremos a finales
de julio". A los aliados "lo que pedimos es que se pueda hacer
lo antes posible y tener el nombre lo antes posible". (ANSA).