Por Giuseppe Agliastro
(ANSA) - ROMA, 26 GIU - El proceso a Evan Gershkovich, el
joven corresponsal del Wall Street Journal (WSJ), a 15 meses de
su arresto, comenzó, al presentarse en el estrado de los
imputados en el tribunal de Ekaterimburgo.
La acusación es de "espionaje", pero son tantos los
observadores que la consideran del todo infundada, inventada,
sacada de la nada por Moscú para inculparlo. Una imputación
"fabricada", asegura el WSJ, que habla abiertamente de "proceso
farsa".
Las autoridades rusas sostienen que el periodista
estadounidense recogió "información secreta" sobre una fábrica
de blindados por "instrucción de la CIA". No obstante, no
presentan prueba alguna. El proceso se desarrolla a puertas
cerradas, en secreto, en un momento histórico en el que en Rusia
la libertad de prensa es pisoteada y el disenso reprimido.
Hoy, los periodistas que se encontraban en la sala del
tribunal poco antes del inicio de la audiencia, luego tuvieron
que retirarse. Gershkovich, encerrado en una "jaula de vidrio",
tenía la cabeza rapada, como muchos prisioneros en Rusia.
Parecía relativamente sereno, con una leve sonrisa en los
labios. Gershkovich, que corre el riesgo de recibir hasta 20
años de cárcel, es el primer periodista estadounidense arrestado
por cargos de "espionaje" en Rusia desde la época soviética.
Pero muchos creen que detrás de su historia en realidad
figuran las tensiones entre Moscú y Washington. En los últimos
años, varios ciudadanos estadounidenses fueron detenidos por
cargos que se cree que tienen motivaciones políticas o son
pretextos del Kremlin para utilizarlos luego como "moneda de
cambio". No es de extrañar que Gershkovich pueda un día ser
liberado en un intercambio de detenidos entre Rusia y los países
occidentales.
Y el propio (Vladimir) Putin dejo entrever que estaría
dispuesto a liberarlo a cambio de Vadim Krasikov, presunto ex
agente de la inteligencia rusa detenido en Alemania bajo el
cargo de haber asesinado a un ex comandante de los separatistas
chechenos.
Y una frase críptica fue pronunciada hoy por el número dos
de la diplomacia rusa, Serguei Riabkov, que invitó a Washington
a "considerar seriamente" "señales" no especificadas sobre el
caso que, según él, Estados Unidos habría recibido "a través de
los canales apropiados".
Sin embargo, el portavoz del Kremlin no va demasiado lejos
y, presionado por los periodistas, se limita a decir que el
intercambio de prisioneros es un tema que "ama el silencio" y
sobre el que hay que esperar la sentencia. Mientras tanto, el
portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John
Kirby, afirma que el gobierno norteamericano "sigue trabajando
para la liberación" del periodista. "Estamos haciendo todo lo
que podemos", dijo Kirby. Palabras que, unidas a las de Putin,
hacen pensar en posibles negociaciones.
Gershkovich, por ahora sigue estando tras las rejas, y
transcurrió los últimos 15 meses en una celda angosta de la
tristemente célebre cárcel de Lefortovo en Moscú.
La próxima audiencia está prevista para el 13 de agosto, es
decir, dentro de casi dos meses, lo que hace pensar que el
juicio podría extenderse en el tiempo. (ANSA).