Por Alberto Zanconato
(ANSA) - MOSCU, 27 GIU - En el punto álgido de las tensiones
entre Estados Unidos y Rusia, que culparon directamente a los
estadounidenses por un bombardeo en Crimea el domingo, los
ministros de Defensa de ambos países hablaron por teléfono, por
primera vez en más de un año, para debatir sobre la situación en
Ucrania.
Con el ruso, Andrei Belousov, que advirtió al jefe del
Pentágono, Lloyd Austin, sobre el "riesgo de una mayor escalada
debido al suministro de armas a las fuerzas ucranianas".
Esa es la versión de Moscú, mientras que el portavoz del
Pentágono, Pat Ryder, subrayó que ambos acordaron "mantener
abiertas las líneas de comunicación".
El secretario de Defensa estadounidense no había hablado
con su homólogo de Moscú, Sergei Shoigu en ese momento, desde
marzo de 2023.
La conversación con Belousov, por lo tanto, fue la primera
desde que el economista fuera nombrado jefe del Ministerio de
Defensa ruso, en mayo pasado.
Según Rusia, durante la conversación, que tuvo lugar por
iniciativa estadounidense, también se discutieron "otros temas".
No se hizo ninguna aclaración al respecto, pero se subrayó
el nivel de tensión entre las dos mayores potencias nucleares a
raíz del conflicto ucraniano.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso, las fuerzas
de Moscú en Ucrania habían "destruido" tres cohetes Himars
estadounidenses, sistemas de lanzamiento y especialistas
extranjeros que los hacían funcionar.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo recientemente que
Moscú estaba al tanto de la presencia de personal militar de los
países de la OTAN en Ucrania, que según él ya había sufrido
"pérdidas".
El líder ruso no precisó cuál sería su nacionalidad, del
mismo modo que el Ministerio de Defensa no especifica ahora de
qué países eran esos "especialistas".
En el último año, sin embargo, Estados Unidos suministró a
Kiev muchos de esos sistemas, que también pueden usarse para
lanzar misiles Atacms, con un alcance de hasta 300 kilómetros.
Y precisamente esos últimos portaaviones, según Moscú,
fueron utilizados el domingo para un bombardeo sobre Crimea, en
el que murieron cuatro civiles -entre ellos dos niños- y otras
150 personas resultaron heridas.
Las autoridades rusas afirmaron que los Atacms sólo pueden
lanzarse con la participación activa de personal estadounidense
para la introducción de coordenadas de navegación obtenidas de
la inteligencia satelital, y por ello también anunció una
respuesta hacia Estados Unidos.
Por su parte, el viceministro de Asuntos Exteriores, Serghei
Ryabkov, dijo que no descartaba que esa respuesta pudiera ser de
carácter militar.
Hace unas semanas, Putin había considerado reaccionar ante
el uso de armas occidentales por parte de Ucrania para atacar
territorio ruso -que considera a Crimea, anexada en 2014-,
enviando misiles a "regiones del mundo" desde donde podrían
amenazar "objetivos sensibles" de los países de la OTAN.
Y después de una visita a Pyongyang la semana pasada, no
descartó suministrar ese tipo de armas a Corea del Norte, desde
donde podrían tener en la mira a fuerzas estadounidenses en la
península.
En cuanto a la dirección de la central nuclear ucraniana de
Zaporizhzhia (Znpp), ocupada por los rusos, acusó, mientras, a
las fuerzas de Kiev de haber destruido con un bombardeo una
estación de control de radiación de la misma central situada en
Velikaya Znamenka, a unos treinta kilómetros al oeste de la
central eléctrica.
El director del Znpp, Yury Cherchuk, aseguró que sus
técnicos sustituirán la estación por una nueva y "el control de
la radiación volverá al régimen normal previsto por el
proyecto".
Cherchuk subrayó que la Agencia Internacional de Energía
Atómica (OIEA) fue informada del hecho y también se presentaron
pruebas fotográficas de los daños. (ANSA).