(ANSA) - LA PAZ 26 JUN - Bolivia vivió unas tres horas de
incertidumbre y tensión este miércoles luego de que un grupo de
militares, encabezados por el destituido comandante Juan José
Zúñiga, se movilizaran al centro de La Paz e ingresaran a la
sede de Gobierno, el Palacio Quemado, lo que el presidente Luis
Arce calificó de intento de "golpe de Estado".
Soldados y vehículos militares tomaron por unas horas el
control de la Plaza Murillo de La Paz, mientras grupos de
ciudadanos intentaron llegar a ese lugar, pero fueron repelidos
por los militares con gases lacrimógenos.
Zúñiga llegó al lugar en una tanqueta y armado, según la
prensa presente en el lugar. "Zúñiga, aún estás a tiempo", le
gritó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
Antes de irrumpir en el edificio, el militar rebelde hizo
una declaración pública en la plaza y pidió la renuncia del
presidente Arce y de todo el gobierno.
Ante esto, el expresidente Evo Morales -ahora enfrentado
políticamente a Arde, aunque ambos provienen del Movimiento al
Socialismo (MAS), afirmó en X que se estaba gestando "un golpe
de Estado".
"En este momento se despliega personal de las Fuerzas
Armadas y tanquetas en la Plaza Murillo. Convocaron a las 3:00
pm a reunión de emergencia en el Estado Mayor del Ejército en
Miraflores con uniformes de combate. Convocanos a los
movimientos sociales del campo y la ciudad a defender la
democracia", escribió el líder cocalero.
Tras el inicio de las acciones de los militares, el
presidente Arce dio un discurso televisado rodeado de los
miembros de su gabinete en el que pidió la movilización del
pueblo y dijo: "Estamos firmes para enfrentar todo intento
golpista", dijo.
"Queremos exhortar a todos a que defendamos la democracia
y aquí estamos en Casa Grande con todo el gabinete, con nuestras
organizaciones sociales. Las saludamos, a las organizaciones
sociales, y las invitamos cordialmente a que nuevamente muestren
la democracia al pueblo boliviano", señaló el mandatario.
Entonces, distintos sectores de la sociedad boliviana
comenzaron a movilizarse para enfrentar a los militares. "No
tenemos miedo y vamos a hacer respetar la democracia", dijo uno
de los manifestantes a Red Uno. La central obrera de Bolivia
(COB) declaró una huelga por tiempo indeterminado.
Cientos de personas se congregaron en las calles e hicieron
fogatas en las inmediaciones de la principal plaza de La Paz
para dispersar los gases irritantes.
Al mismo tiempo, camiones repletos de militares uniformados
están llegando al centro de la ciudad, frente a la iglesia de
San Francisco, cerca de donde se encuentra la sede de Gobierno.
Pero, ïpoco después, en una ceremonia televisada desde la
Casa Grande del Pueblo, Arce designó a nuevos jefes militares.
Entre ellos está el general José Wilson Sánchez, quien asumió la
comandancia general del Ejército.
"Nadie desea ver la imagen que estamos viendo en las
calles. Es por eso que ahora, en mi condición de comandante,
pido, ordeno, dispongo, que todo el personal que se encuentra
movilizado en las calles debe retornar a sus unidades", dijo el
nuevo jefe designado.
Inmediatamente, los miembros del ejército que se habían
movilizado en el centro de La Paz comenzaron a abandonar la
Plaza Murillo. El golpe de Estado terminó fallido y su impulsor
fue arrestado al caer la noche por la policía. (ANSA).