Por Massimo Lomonaco
(ANSA) - TEL AVIV, 27 GIU - Israel no quiere la guerra pero
no dudará en nivelar y hacer volver al Líbano a la "edad de
piedra" si Hezbolá, y sus aliados de Irán, no dejan de atacar:
así lo advirtió el ministro de Defensa estadounidense, Yoav
Gallant, quien le insistió a Beirut sobre una crisis que, según
muchos observadores, ahora parece estar a un paso del
precipicio.
Washington le advirtió que, incluso una acción terrestre
limitada en el Líbano, conduciría a un conflicto regional que
involucraría a Irán.
Una alarma que no pasó desapercibida para el primer ministro
israelí, Benjamín Netanyahu, quien, sin embargo, advirtió: "Irán
nos combate" en múltiples frentes, desde Hamás hasta los hutíes,
pero "también quiere derrocar a Jordania" y "conquistar todo
Medio Oriente".
"Es una amenaza para todos", manifestó.
Mientras, continúan los lanzamientos de cohetes y drones por
parte de milicianos chiítas desde la frontera -que comenzaron el
pasado 8 de octubre- y las incursiones israelíes cada vez más
intensas.
Ante la precaria situación, muchos Estados aconsejaron a
sus ciudadanos que abandonen el Líbano.
"Hezbolá -afirmó Gallant- comprende muy bien que podemos
causar graves daños en el Líbano si se lanza una guerra. No
queremos un conflicto - repitió - pero estamos preparados para
cualquier escenario".
El jefe de la fuerza aérea israelí, Tomer Bar, por su lado,
afirmó que "Hamas pronto será derrotado" y que las Fuerzas de
Defensa de Israel (FDI) están ahora "listas para enfrentar a
Hezbollah en el norte".
"Tenemos los medios y las capacidades. Debemos atacar al
enemigo en su territorio, ésta -añadió- es la solución
definitiva".
La situación con Hezbolá -además de la operación contra
Hamás en Rafah, en el sur de la Franja, que parece estar en su
fase final- estará en el centro del Gabinete de Seguridad
israelí, en el que también participará Gallant en cuanto regrese
de su misión en Estados Unidos.
El Financial Times - basándose en fotografías de satélite y
análisis de expertos - reveló que en los últimos meses Israel ha
creado "una franja de seguridad" de 5 kilómetros de profundidad
en el interior del territorio libanés.
El objetivo -según la misma fuente- es "una zona muerta"
que mantenga a Hezbolá alejado de la frontera con Israel.
Según un alto funcionario de las FDI, citado por el
periódico, "no es una zona de amortiguamiento, pero sólo quieren
hacer retroceder a Hezbolá".
Israel ya evacuó a unos 60.000 habitantes del norte
cercano a la frontera, pero el interventor del Estado, Matanyahu
Englman, advirtió que el Gobierno, en caso de guerra, debe tomar
"medidas unificadas y ordenadas" para desplazar a las personas.
"Pensemos, por ejemplo, en una ciudad importante como Haifa,
que se encuentra a pocos kilómetros de la frontera", añadió.
La embajada de Estados Unidos en Beirut -siguiendo el
ejemplo de países europeos como Alemania y los Países Bajos,
pero también de Canadá- advirtió a sus ciudadanos que
"reconsideren seriamente" viajar al Líbano porque "el entorno de
seguridad sigue siendo complejo y puede cambiar rápidamente" y
el gobierno libanés no puede "garantizar la seguridad de los
ciudadanos estadounidenses".
Francia, que busca una solución diplomática a la crisis,
dijo hoy que estaba "extremadamente preocupada por la gravedad
de la situación en el Líbano", donde la fuerza de interposición
de la FPNUL está desplegada en el sur.
En el día 265 de la guerra en Gaza, las FDI volvieron a
presionar a Sujaia en el centro de la Franja con incursiones y
la llegada de tanques después de pedir a los residentes que
evacuaran a las zonas humanitarias del sur.
Según los servicios de emergencia locales, siete personas
murieron y decenas resultaron heridas en los ataques israelíes.
Mientras que cualquier tipo de negociación para una nueva
tregua languidece, según fuentes del Times of Israel, Egipto y
los Emiratos µrabes Unidos están dispuestos a participar en una
fuerza de seguridad en la Gaza de la posguerra.
En cambio, Hamas quiere "un gobierno de unidad nacional
palestino que administre Gaza y Cisjordania". (ANSA).