(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 27 GIU - El Papa Francisco
subrayó hoy la urgencia de poner límites éticos a la
inteligencia artificial y advirtió que pretender dominar la
naturaleza a nuestro antojo es una forma de idolatría, en el
Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la
Creación, que se celebrará el 1 de septiembre.
"El poder descontrolado genera monstruos y se vuelve contra
nosotros mismos. Por eso hoy es urgente poner límites éticos al
desarrollo de la inteligencia artificial, que con su capacidad
de cálculo y simulación podría utilizarse para el dominio sobre
el hombre y la naturaleza, en lugar de servir a la paz y al
desarrollo integral", afirma Francisco en su mensaje,
El lema de la jornada será "Esperar y actuar con la
creación", lo que para el Papa "significa ante todo unir fuerzas
y, caminando junto a todos los hombres y mujeres de buena
voluntad, contribuir a repensar la cuestión del poder humano, su
significado y sus límites".
"Nuestro poder ha aumentado frenéticamente. En apenas unas
décadas hemos logrado avances tecnológicos impresionantes y
sorprendentes, y no nos damos cuenta de que al mismo tiempo nos
hemos vuelto altamente peligrosos, capaces de poner en peligro
la vida de muchos seres y nuestra propia supervivencia'", afirma
en una cita de su exhortación apostólica Laudate Deum.
En otra parte de su mensaje, Francisco advierte que
"pretender poseer y dominar la naturaleza, manipulándola a
nuestro antojo, es una forma de idolatría. Es el hombre
prometeico, embriagado de su propio poder tecnocrático, quien
con arrogancia coloca a la tierra en una condición
'des-graciada', es decir, privada de la gracia de Dios".
El Pontífice explica en el documento que la "bienaventurada
esperanza" cristiana debe ser testimonio "en medio de los dramas
de la carne humana que sufre".
"Aunque se sueñe, ahora hay que soñar despiertos, animados
por visiones de amor, fraternidad, amistad y justicia para
todos", observa Francisco.
"La salvación cristiana entra en el espesor del dolor del
mundo, que no afecta solo a los humanos, sino a todo el
universo, a la misma naturaleza, el oikos del hombre, su entorno
vital; captura la creación como 'paraíso terrenal', la madre
tierra, que debería ser un lugar de alegría y promesa de
felicidad para todos".
"Todo el universo gime", advierte el Papa, "el gemido
manifiesta inquietud y sufrimiento, junto con anhelo y deseo":
"toda la creación está involucrada en este proceso de un nuevo
nacimiento y, gimiendo, espera la liberación".
Según el Pontífice, "la esperanza cristiana no defrauda,
pero tampoco engaña: si el gemido de la creación, de los
cristianos y del Espíritu es anticipación y espera de la
salvación ya en acción, ahora estamos inmersos en muchas
aflicciones que San Pablo describe como 'tribulación, angustia,
persecución, hambre, desnudez, peligro, espada'".
"Entonces, la esperanza es una lectura alternativa de la
historia y de los acontecimientos humanos: no ilusoria, sino
realista, del realismo de la fe que ve lo invisible", subraya.
El Papa recuerda el "espíritu de amistad social y
fraternidad universal" propuesto en "Fratelli tutti", y destaca
que "esta armonía entre los humanos también debe extenderse al
creación, en un 'antropocentrismo situado' , en la
responsabilidad por una ecología humana e integral, camino de
salvación de nuestra casa común y de nosotros que habitamos en
ella".
"¨Por qué tanto mal en el mundo? ¨Por qué tanta injusticia,
tantas guerras fratricidas que hacen morir a los niños,
destruyen las ciudades, contaminan el entorno vital del hombre,
la madre tierra, violentada y devastada?", se pregunta
Francisco.
Y señala que "la liberación del hombre implica también la de
todas las demás criaturas que, solidarias con la condición
humana, han sido sometidas al yugo de la esclavitud".
"Como la humanidad, la creación -sin culpa suya- es esclava
y se encuentra incapaz de cumplir para lo que está diseñada, es
decir, tener un significado y un propósito duradero; está sujeta
a la disolución y a la muerte, agravadas por los abusos humanos
sobre la naturaleza".
Pero, "en sentido contrario, la salvación del hombre en
Cristo es esperanza segura también para la creación: de hecho,
'también la misma creación será liberada de la esclavitud de la
corrupción para entrar en la libertad de la gloria de los hijos
de Dios' (Rom 8,21)".
Por lo tanto, "en la redención de Cristo es posible
contemplar con esperanza el vínculo de solidaridad entre los
seres humanos y todas las demás criaturas".
Así, el Papa hace un llamado a la "conversión en los estilos
de vida, para resistir al degradado humano del medio ambiente y
manifestar esa crítica social que es ante todo testimonio de la
posibilidad de cambio. Esta conversión consiste en pasar de la
arrogancia de quien quiere dominar a otros y a la naturaleza
-reducida a objeto para manipular-, a la humildad de quien cuida
de los demás y de lo creado". (ANSA).