Por Michele Esposito
(ANSA) - BRUSELAS, 28 GIU - A Ursula von der Leyen,
presidenta de la Comisión saliente y "in pectore" al mismo
tiempo, luego del sí del Consejo Europeo, existe un solo paso,
el menos sencillo, que la separa de un bis en el que no tantos,
en Bruselas, hasta hace poco tiempo habrían apostado: el voto
del plenario de la Eurocámara.
De aquí a mediados de julio será von der Leyen a gestionar
la fase menos noble de las negociaciones para su reelección. Una
tratativa que la ex ministra alemana tiene intención de entablar
tanto con los grupos como con las delegaciones individuales
parlamentarias.
Y no será fácil, también porque el tirón de Italia en la
cumbre UE está destinado a reforzar la trinchera anti-derecha de
Socialistas y Liberales. El objetivo, para Ursula, sigue siendo
el mismo: blindar su confirmación y desactivar a los
francotiradores sin desnaturalizar el mandato que se apresta a
iniciar.
Con el grupo S&D y el Renew, von der Leyen, dias atrás, ya
habló. Ambos le han explicado que la línea roja es la alianza
con ECR: en ese caso el voto favorable no tendrá lugar. Los dos
grupos se mueven partiendo de posiciones diferentes: el
socialista Antonio Costa, como sea vayan las cosas, será
presidente el Consejo Europeo.
El destino de la liberal Kaja Kalla está, hasta el momento,
ligado, en cambio, al que von der Leyen. Ni los socialistas ni
los Liberales tienen intención de tender una trampa a von der
Leyen. Por consiguiente, días pasados se movió Olaf Scholz, en
primera persona, con Manfred Weber, para explicarle que no
empuje al PPE a elevar mucho la posta porque, en tal modo,
pondria en riesgo su Spitzenkandidat.
La tendencia no ha cambiado. Una neta apertura a ECR
hallaría al canciller alemán igualmente netamente contrario. Una
parte de los Socialistas pugnará ulteriormente por ampliar el
diálogo a los Verdes. Se trata de un camino que no entusiasma a
Weber, y sobre el cual Antonio Tajani más de una vez reiteró su
contrariedad.
No obstante, los dos no y la abstensión puestos sobre la
mesa por Giorgia Meloni a los 'tops jobs' han inevitablemente
restrindigo los márgenes de maniobra de FI, o bien la única
fuerza en el gobierno italiano a permanecer en el PPE.
Grupos, delegaciones, pero también particulares
eurodiputados. Von der Leyen, fiel a la tradición teutónica, irá
recta por su camino. Pedirá el voto para su bis, buscando
equilibrar el programa que se apresta a completar.
Paralelamente, entrarán en el fragor las tratativas para las
delegaciones en la futura Comisión. Von der Leyen no desea un
segundo mandato en continuidad: quien ya era comisario tendrá
una cartera, los mismos títulos y espacios de las delegaciones
serán cambiados.
La carrera por la vicepresidencia ejecutiva es para unos
pocos pero está reñida: Italia, Francia, España y Polonia están
en liza. Es difícil, sin embargo, que una de las carteras
económicas no recurra a un halcón del Norte.
Al parecer, las críticas de Meloni ya han sido absorbidas
por la élite comunitaria. "El Consejo Europeo no es un círculo
de técnicos, sino de políticos, cada uno con sus propias
familias políticas y sus propias orientaciones. Por eso entiendo
el voto de la primera ministra italiana, con quien todavía
planeo colaborar estrechamente, así como con los otros 26",
subrayó Costa.
En Bruselas, la futura presidenta del Consejo Europeo, von
der Leyen, y Kallas mantuvieron su primera reunión. Apretones de
manos y sonrisas, para esta "anotación", escribió von der Leyen
en X, donde aseguró "seremos un gran equipo".
Sin duda, el nuevo trío estará más unido que el actual. Von
der Leyen, explican fuentes europeas, siempre ha trabajado muy
bien con Costa, desde el período de la pandemia. Con Kallas, la
sinergia en Ucrania en los últimos dos años fortaleció
significativamente unas relaciones que nunca han estado
fluctuantes. Una vez recibido el sí de Estrasburgo, von der
Leyen bajará para definir el programa y la Comisión. Primero,
sin embargo, está llamada a realizar la última obra maestra:
hacer converger en ella los votos de los Verdes y de los
melonianos sin firmar ninguna alianza. (ANSA).