Por Silvia Gasparetto
(ANSA) - ROMA 29 JUN - El desafío está ahí, en conseguir
ganar ese "comisario de serie A" evocado por su viceprimer
ministro, Antonio Tajani, aunque en el Consejo Europeo no apoyó
la nombres para los más altos cargos (Ursula von der Leyen,
António Costa y Kaja Kallas). A la premier italiana, Giorgia
Meloni, le llegan nuevas propuestas, sin involucrarla, de parte
de populares, socialistas y liberales.
Una elección de "consistencia", afirma su equipo, mientras
Meloni se prepara para la "segunda parte" del partido de las
nuevas instituciones europeas. Y pretende colocar una pieza suya
en un cargo de peso.
La líder italiana confía en que al final también los
melonianos podrán dar su sí el 18 de julio a Ursula von der
Leyen para un "bis" de la alemana al frente de la Comisión
Europea, pero, por ahora, no descubre su estrategia, que se irá
perfeccionando en función de cómo se desarrolle el panorama en
las próximas semanas.
Pero ciertamente está dispuesta a hacer que su equipo pese
sobre el Parlamento Europeo. Roma también está convencida de que
el camino hacia un bis de la alemana es bastante estrecho. Sobre
el papel, Von der Leyen puede contar con 399 votos (se necesitan
361). Pero en el Parlamento Europeo el porcentaje de
francotiradores es elevado, en torno al 10%, como se recuerda en
los círculos políticos, por lo que los próximos días se
dedicarán a intentar reforzar su paquete de votos.
Mirando a los Verdes, como les gustaría a los socialistas,
Von der Leyen correría el riesgo de dividir al PArtido Popular
(PPE) y perder parte del voto de ese grupo. Asimismo, con una
apertura explícita a los conservadores, liderados por Meloni,
dejaría en el campo el apoyo de los socialistas.
Por lo tanto, la presidenta saliente, e in pectore, tendrá
que realizar un gran acto de equilibrio en los temas más
candentes, desde la inmigración hasta el enfoque del acuerdo
verde. Y basándose en "el contenido de su programa", así como en
ese "reconocimiento del papel", la abstención de Italia en el
Consejo podría cambiar también en la Cámara Europea.
Pero la estrategia, aseguran quienes se han reunido con la
primera ministra en los últimos tiempos, se decidirá más
adelante. "Hasta el día 18 no pasa nada", resume un alto
directivo de Hermanos de Italia (FdI, el partido de la premier).
Luego, si se confirma el bis, se abrirá cierto tipo de
escenario. Si en cambio, Von der Leyen cayera (a manos del
"fuego amigo" del Partido Popular, dicen también en la casa
socialista), habría "caos", y hay conciencia de eso tanto en la
oposición como en la mayoría del gobierno italiano.
Es difícil, se estima en Roma, que se puedan abrir las
puertas a un técnico, dado que los demás altos cargos tienen una
misión política clara y el PPE no cedería ese puesto en ningún
caso. Por ahora, sin embargo, es cuestión de esperar. Los
contactos continúan y continuarán, entre bastidores, a medida
que se acerque el día D.
Mientras tanto, se observa con marcado interés la votación
de las elecciones legislativas francesas, de las que Emmanuel
Macron podría salir magullado y en una "cohabitación" con la
derecha de Marine Le Pen, lo que, entre otras cosas, pondría en
entredicho tanto el nombre francés que se indicará para el
encargo (el inquilino del Eliseo quisiera volver a presentar a
Thierry Breton) como la cartera que se le confiará.
Precisamente en el ámbito de las comisiones, "todas las
opciones están sobre la mesa". Porque, recuerdan los cercanos a
Meloni, el presidente tendrá que elegir cómo repartir las
delegaciones y vicepresidencias. Podrían ser más o menos que la
última legislatura, explican quienes están acostumbrados a la
dinámica europea. Italia se mueve en este contexto, apuntando a
ese "comisario de serie A", con una cartera económica "de peso",
como indicó Tajani. El identikit sigue respondiendo al nombre de
Raffaele Fitto, el ministro de 54 años de Asuntos Europeos del
gobierno de Meloni. (ANSA).