(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 29 GIU - En vísperas del año
jubilar, el papa Francisco pidió hoy poner el foco en "la imagen
de la puerta", y eso porque el Jubileo "será un tiempo de gracia
en el que abriremos la Puerta Santa, para que todos puedan
cruzar el umbral de ese santuario viviente que es Jesús y con él
vivir la experiencia del amor de Dios que revitaliza la
esperanza y renueva la alegría".
"Y también en la historia de Pedro y Pablo hay puertas que
se abren", aseveró el argentino Jorge Mario Bergoglio.
Así lo afirmó Francisco durante la misa en la Basílica
Vaticana con motivo de la solemnidad de los santos Pedro y
Pablo, celebrada tras la bendición de los palios para los
nuevos arzobispos metropolitanos.
"Los dos apóstoles Pedro y Pablo vivieron esta experiencia
de gracia -dijo en la homilía-. Experimentaron de primera mano
la obra de Dios, que les abrió las puertas de su prisión
interior y también de las verdaderas cárceles donde estaban
encerrados. Y, además, les abrió las puertas de la
evangelización, para que pudieran experimentar la alegría del
encuentro con los hermanos y hermanas de las comunidades
nacientes y llevar a todos la esperanza del Evangelio".
"Mientras tanto nos estamos preparando para abrir la Puerta
Santa este año", añadió el Pontífice.
"Hoy reciben el Palio los arzobispos metropolitanos
nombrados el año pasado. En comunión con Pedro y siguiendo el
ejemplo de Cristo, puerta de las ovejas, están llamados a ser
pastores entusiastas, que abren las puertas del Evangelio y
quienes, con su ministerio, contribuyen a la construcción de una
Iglesia y una sociedad de puertas abiertas".
"Y con afecto fraterno saludo a la Delegación del
Patriarcado Ecuménico - concluyó -: gracias por haber venido a
expresar el deseo común de una plena comunión entre nuestras
Iglesias. Y envío un saludo fraterno al querido hermano
Bartolomé".
"Saludo de manera particular a los romanos", manifestó hoy
el Papa en el µngelus, en la solemnidad de los santos apóstoles
Pedro y Pablo, patronos de Roma.
"Hoy quisiera que mi saludo llegue a todos los habitantes de
Roma, absolutamente a todos, junto con mi oración por las
familias, especialmente por las que más luchan, por los
ancianos, por los más solos, por los enfermos, presos y aquellos
que se encuentran en dificultades por diversas razones".
"Deseo que todos experimenten a Pedro y a Pablo -prosiguió el
Pontífice-: es decir, que el amor de Jesucristo salva la vida y
nos empuja a darla, nos empuja a darla con alegría y
gratuitamente".
"La vida no está en venta", concluyó. (ANSA).