Por Alessandra Baldini
(ANSA) - NUEVA YORK 22 OCT - Adiós a John Kinsel, uno de los
últimos 400 guerreros navajos que durante las batallas del
Pacífico de la Segunda Guerra Mundial utilizaron su lengua, hoy
semi extinta, para transmitir mensajes en código que nunca
pudieron ser descifrados por los japoneses.
La historia de estos navajos fue celebrada por Hollywood en
"Wildwalkers", el film de 2002 de John Woo, protagonizado por
Nicolas Cage, Adam Beech y Roger Willie.
Kinsel, que murió en Arizona a los 107 años, había servido en
la Infantería de Marina entre 1942 y 1946 como parte del segundo
grupo de navajos entrenados como transmisores de códigos en Camp
Elliott, California, después del primer grupo de 29 que
desarrollaron el código para su uso en la guerra.
El último de ese primer grupo, Chester Nez, murió hace diez
años a los 93 años. El código, completo con un diccionario de
200 palabras, nunca fue descifrado durante la guerra y recién en
1968 el Pentágono levantó el secreto y permitió que los
operadores como Kinsel fueran reconocidos por su contribución a
la victoria sobre Japón.
Condecorado en 2001 con la Medalla de Plata del Congreso,
Kinsel fue destinado al 9.§ Regimiento de Infantería de Marina y
participó entre bastidores en las batallas de Bougainville (en
Papúa Nueva Guinea), Guam e Iwo Jima.
En 2019, en una entrevista con el Arizona Republic, el
entonces centenario recordó el entrenamiento con otros 25
marines, durante el cual se desarrollaron nuevas palabras clave
como las de "tanque" y "avión".
Después de su muerte, solo sobreviven dos navajos operadores
del código: Thomas Begay y Peter MacDonald, ambos de unos
noventa años.
Los mensajes cifrados de los operadores en código circularon
por todo el Pacífico. Los criptógrafos japoneses nunca lograron
descifrarlos. El idioma de origen, sin forma escrita, se hablaba
solo en el suroeste de los Estados Unidos y apenas una treintena
de personas que no eran navajos lo conocían.
A las habilidades, velocidad y precisión de los navajos en
feroces batallas desde las Islas Marshall hasta Iwo Jima se les
atribuye haber salvado la vida de miles de soldados
estadounidenses y haber acortado el curso de la guerra.
Los marines les habían enseñado Morse y los sistemas basados
;;en luz utilizados para transmitir mensajes entre barcos y
habían ideado el código, sustituyendo los términos militares por
palabras navajo: la tortuga era un tanque, un kamikaze era el
gavilán, el avión espía era el búho, el crucero una ballena.
Luego, cuando había términos que no estaban incluidos en el
vocabulario, se decidió transmitirlos letra por letra,
utilizando una palabra en navajo cuyo equivalente en inglés
comenzaba con la letra deseada. (ANSA).