Por Mattia Bernardo Bagnoli
(ANSA) - BRUSELAS, 22 OTT - El Consejo de Europa -organismo
creado en 1949 tras la Segunda Guerra Mundial para promover la
democracia y los derechos en el continente- desconcierta a
Italia con la publicación de un duro informe elaborado por la
comisión contra el racismo y la intolerancia (ECRI), formada por
46 expertos independientes (uno por país miembro).
Según el documento, la policía italiana lleva a cabo
"perfiles raciales" durante sus actividades -especialmente
contra los gitanos y las personas de origen africano- mientras
que la política en los últimos años se volvió cada vez más
"xenófoba", con un debate público "divisivo" acerca de los
extranjeros y LGTBI. Declaraciones que provocaron la indignación
de la primera ministra, Giorgia Meloni, y el "asombro" del
presidente Sergio Mattarella.
El jefe de Estado, en una llamada telefónica, expresó al
responsable de la policía, prefecto Vittorio Pisani, "estima y
cercanía" con las fuerzas policiales del orden.
En cambio, la primera ministra respondió a las valoraciones
de la ECRI: "Nuestras fuerzas están formadas por hombres y
mujeres que, cada día, trabajan con dedicación y abnegación para
garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, sin distinción,
merecedores de respeto, no similiares injurias".
El líder de la Liga, Matteo Salvini, fue aún más claro al
afirmar que "mujeres y hombres uniformados fueron atacados
vergonzosamente por un organismo inútil que también se paga con
los impuestos de los ciudadanos italianos".
"Si a estos señores placen tanto los gitanos y los
clandestinos - agregó el vicepremier- que se los lleve a su casa
en Estrasburgo".
Critico también al otro viceprimer ministro y ministro de
Asuntos Exteriores, Antonio Tajani: "No estoy de acuerdo con una
sola palabra de lo que se ha escrito, excluyo la posibilidad de
que hayan agentes, carabineros, policías o financieros
racistas".
El informe, resultado de una misión de la comisión a Italia,
destaca que "las autoridades no parecen ser conscientes de la
magnitud del problema y no han considerado la existencia de
perfiles raciales como una forma potencial de racismo
institucional", por lo que pide a Roma un estudio "completo e
independiente". En lo que respecta a la política, el documento
subraya que "lamentablemente un cierto número de declaraciones y
comentarios considerados despectivos y llenos de odio provienen
de políticos y funcionarios públicos de alto perfil,
especialmente durante los períodos electorales".
Y entre los "ejemplos recientes de declaraciones racistas y
LGBTI-fóbicas en la vida pública", ECRI cita "las observaciones
hechas en un libro publicado en 2023 por un general de las
Fuerzas Armadas italianas", a saber, Roberto Vannacci (que nunca
se menciona por su nombre), sobre gays e italianos negros. No
sólo eso. Entre los ejemplos no virtuosos, la comisión denuncia
"críticas indebidas que pretenden socavar la autoridad de los
jueces individuales que deciden en casos de migración", cuando
en cambio la magistratura debe ser "respetada, protegida y
promovida".
ECRI -conforme se sabe de fuentes del Consejo de Europa-
envió el informe a las autoridades nacionales antes de su
publicación e incluyó al final "el punto de vista del gobierno"
sobre lo que se afirma en el documento. En las seis páginas
enviadas desde Roma se comentan varias partes del informe,
incluido el párrafo 91 en el que Ecri denuncia el perfilado
racial practicado por la policía. Y los comentarios de las
autoridades italianas no contienen ninguna crítica a esta
denuncia. Sin embargo, en relación con otro párrafo, Roma
escribe que "el observatorio para la seguridad contra actos
discriminatorios (que depende del Ministerio del Interior)
introdujo desde 2014 un enfoque específico", en el ámbito de las
actividades de formación, sobre los riesgos asociados a "
"perfiles discriminatorios" por parte de la policía.
"ECRI no acusa en absoluto a las fuerzas policiales
italianas de racismo, pero insta a las instituciones y a las
autoridades políticas a abandonar algunas prácticas como el
perfilado racial y estigmatiza el clima de xenofobia y de odio
hacia diversas categorías", rebatió la senadora del Partido
Democrático, Sandra Zampa, vicepresidenta de la delegación
italiana ante el Consejo de Europa.
"Si el gobierno está realmente interesado en promover el
Estado de derecho, la dignidad de la persona y el respeto de los
derechos humanos, debería aceptar la petición de crear una
autoridad independiente sobre la cuestión del racismo, como
sugiere la Comisión", reiteró. "Sería una señal importante y
significativa que mejoraría a Italia". (ANSA).