(ANSA) - CARACAS, 22 OTT - El Producto Interno Bruto
venezolano crecerá este año un 3%, según estimaciones del FMI,
que presentó hoy en Washington su informe semestral, en medio de
una crisis política que se prolongará en los próximos meses.
Para el conjunto de los países de América Latina y el
Caribe, el Fondo prevé un magro crecimiento de 2,1%, en línea
con el 2,0% esperado en abril y que avanzará un poco el próximo
año, hasta 2,5%.
Venezuela está por encima del promedio regional. El FMI
aclara que las proyecciones del país tienen un amplio margen de
incertidumbre porque desde 2004 no conversa con autoridades
locales.
El FMI corrige a la baja el crecimiento esperado para
Venezuela, que en abril era de 4%, el mismo de 2023. Pero
también prevé una menor inflación, de 59% este año y de 71,7% en
2025. En abril calculaba 100 y 150, respectivamente.
En los últimos cuatro años, el país acumula un crecimiento
de 16%, incluyendo 2024. Pero no alcanza a compensar el
retroceso. Solo en 2020 el PIB cayó 30% y 28% en 2019. En cinco
años, hasta 2021, su economía se contrajo más del 80%, según
estos datos del FMI.
Venezuela tiene, además, una deuda externa que supera los
160.000 millones de dólares, que el presidente Nicolás Maduro
declaró en default en 2017.
Por su parte, el PNUD (Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo) es más optimista sobre la economía venezolana, según
su informe divulgado el lunes, que prevé un crecimiento del 6,1%
para 2024, con una inflación del 46%.
"La economía venezolana sigue mostrando señales de
recuperación". Que se mantenga "dependerá de un manejo adecuado
de la política económica, del control de la inflación, del buen
desempeño del sector petrolero, de la estabilidad política y de
la diversificación del aparato productivo", dice el PNUD.
"Para el primer semestre, la tasa de inflación acumula 8,9%
y al cierre de junio la anualizada se ubica en 51,4%, siendo la
más baja desde septiembre de 2013", agrega el programa de la
ONU, al proyectarla en torno al 26% a fin de año, con un
promedio anual del 46%.
"Sería la más baja en los últimos 11 años", subraya el PNUD
que se apoya en datos del Banco Central de Venezuela, del FMI y
la CEPAL.
Pero el organismo de la ONU advierte que "los niveles de
ingreso mínimo de los trabajadores se mantienen muy bajos,
promedian 35 dólares por mes y apenas equivalen al 7% de lo que
cuesta la canasta básica para una familia de tres personas ($567
por mes)".
Esa amplia diferencia refleja la dificultad de las familias
venezolanas para cubrir sus necesidades básicas, señala el PNUD.
Y sin un mercado interno robusto en el que la mayoría de la
población tenga como cubrir sus necesidades, es difícil que el
crecimiento económico sea sostenible y equitativo, advierten
economistas.
Además, analistas coinciden en que la actividad petrolera
dependerá en los próximos meses de la crisis política y de quién
gane las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Casi la mitad de la producción de crudo de Venezuela depende
hoy de empresas extranjeras, como Chevron, la española Repsol,
la italiana ENI, la francesa Maurel & Prom, y de la estatal
china CNPC.
Todas operan con licencias de la OFAC (Oficina de Control de
Activos Extranjeros del Departamento del tesoro de Estados
Unidos) que mantiene una política de sanciones aplicadas por
Washington contra el chavismo por sus golpes a la democracia y
los derechos humanos.
Desde la elección del 28 de julio no se han otorgado nuevas
licencias y hay unas 50 empresas que esperan estos permisos para
poder trabajar con la sancionada empresa estatal Petróleos de
Venezuela (PDVSA) sin perjudicar sus relaciones financieras
internacionales. (ANSA).