(ANSA) - LA HABANA, 22 OTT - Para hacer frente a la dramática
crisis energética en Cuba -donde varias provincias aún
permanecen a oscuras, tras el gigantesco apagón que azota a la
isla desde hace cuatro días- algunos habitantes deben recurrir a
hogueras improvisadas con leña también extraída de las camas
para cocinar la comida disponible antes de que se pudra.
"Mi abuela pudo comer porque tiene un patio e hizo un fuego
con leña y carbón, pero hay personas, que solo pueden cocinar
con electricidad, que llevan días sin comer y que ven que los
pocos alimentos que comen se echan a perder. en el refrigerador
apagado", dijo a ANSA un exiliado cubano, que pidió mantener el
anonimato por temor a represalias contra el resto de la familia,
que vive en Holguín, al sur de la isla.
La falta de electricidad también golpea a los turistas. La
frustración de muchos extranjeros se hace visible en las
tiendas, asombrados por los precios de algunos productos,
inaccesibles para la mayoría de la población. El jamón, por
ejemplo, cuesta más de 1.000 pesos, una cuarta parte del salario
medio de un cubano.
Mientras las autoridades intentan estabilizar el suministro
energético (restablecido a casi el 90% de los habitantes de La
Habana, según el gobierno), la población se enfrenta a una
realidad cada vez más precaria y llena de obstáculos.
Los apagones ponen de relieve las dificultades cotidianas de
sus ciudadanos en un país sumido en la incertidumbre económica y
que recientemente fue azotado por el huracán Oscar (al menos
seis muertos hasta el momento).
Pese a que el presidente Miguel Díaz-Canel amenaza con mano
de hierro contra las protestas, el descontento se convierte en
un sentimiento común ante las continuas interrupciones de los
servicios básicos. (ANSA).