(ANSA) - MOSCU 23 OCT - El veto claramente expresado por el
gobierno del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva
mantuvo a Venezuela fuera de los BRICS, pese al inesperado viaje
del presidente venezolano Nicolás Maduro a la cumbre de Kazán,
donde hoy se reunió con su par ruso, Vladimir Putin.
Los nueve países miembros: Brasil, China, Egipto, Emiratos
Árabes Unidos y Etiopía. India, Irán, Rusia y Sudáfrica -
aprobaron hoy el ingreso de una lista de 13 naciones al bloque
de cooperación mutua (Turquía, Indonesia, Argelia, Bielorrusia,
Cuba, Bolivia, Malasia, Uzbekistán, Kazajistán, Tailandia,
Vietnam, Nigeria y Uganda) que no incluye a Venezuela.
Durante las discusiones formales de la cumbre ni siquiera
se mencionó una posible inclusión de Caracas en el bloque y el
presidente Putin leyó en voz alta a cada país invitado por su
nombre. El líder del Kremlin nunca mencionó a Venezuela y los
demás jefes de Estado tampoco pidieron que se incluyera a
Caracas en la lista.
El principal asesor de Lula en política exterior, Celso
Amorim, también confirmó ayer el veto de Brasilia. "No defiendo
la entrada de Venezuela en los BRICS", dijo Amorim en una
entrevista, y precisó que, según Brasilia, "es necesario tener
una concepción estratégica de las admisiones".
"Recordemos que el mundo está experimentando guerras que
potencialmente podrían convertirse en guerras mundiales, por lo
que los criterios de entrada son más importantes que el propio
país", añadió el jefe de la diplomacia brasileña.
Putin, en tanto, no fue el más entusiasmado con el ingreso
de Venezuela. De hecho, el líder del Kremlin no se levantó para
defender a Maduro ante las restricciones presentadas por Brasil
en las reuniones.
Las rondas que precedieron a la difusión de la lista de
"nuevas naciones", por otra parte, excluyeron la firma de un
veto total a Nicaragua, país donde el líder Daniel Ortega pasó a
perseguir religiones y oponentes. "Los BRICS nunca fueron un
club de países democráticos. Pragmáticamente, siempre fueron un
grupo de países emergentes que querían ampliar su influencia y
sus negociaciones. Es importante dejar esto claro. Desde la
fundación, hay dificultades democráticas", explicó a G1 una
fuente diplomática.
En esa mirada, todo el argumento en torno al veto en
Venezuela es en términos prácticos: Maduro, en su ascenso al
poder, rompió con una serie de países de América del Sur, como
Chile y Uruguay; abandonar a interlocutores importantes, como
México, y pasó a atacar abiertamente a la principal potencia
económica de la región, Brasil. De ahí, que nadie se opuso a la
posición de Lula.
Pese a todo, tras reunirse con Maduro, Putin afirmó que
"Venezuela es uno de los viejos y fiables socios de Rusia en
América Latina y en el mundo en general".
Este fue el primer viaje internacional de Maduro desde las
elecciones presidenciales de Venezuela del 28 de julio, que la
oposición atribuye ganadas a Edmundo González -hoy exiliado en
España- y en las que el líder chavista se autoproclamó vencedor.
Putin destacó que "las relaciones de asociación
estratégica" entre el Kremlin y Caracas "continúan
fortaleciéndose". "Crecen los volúmenes de comercio bilateral,
tenemos múltiples proyectos en las ramas de la energía, la
industria farmacéutica, el transporte, la conquista del espacio
y las nuevas tecnologías", dijo Putin. Aunque Caracas quedó
fuera de los BRICS. (ANSA).