Por Pietro Guastamacchia
(ANSA) - ESTRASBURGO, 23 OTT - La sombra de Viktor Orban
vuelve a amenazar a la italiana Ilaria Salis. Después de
anunciarlo varias veces, las autoridades húngaras pidieron al
Parlamento Europeo (PE) la revocación de la inmunidad de la
eurodiputada del partido Alianza Verde e Izquierda (AVS, por sus
siglas en italiano), manteniendo abierta una saga jurídica que
dura más de un año y medio.
Por lo tanto, Budapest tiene la intención de continuar la
investigación sobre el presunto ataque de la activista italiana
contra militantes de la extrema derecha húngara, solicitando que
se le retire su escudo de protección parlamentaria y
exponiéndola así al riesgo de regresar a las prisiones húngaras
donde estuvo detenida durante 15 meses antes de ganar las
elecciones en Europa y obtener la liberación.
La presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, anunció que
había recibido la solicitud de Budapest en plena sesión plenaria
en Estrasburgo.
"No es casualidad que la petición al Parlamento se haya
producido el 10 de octubre, el día después de mi intervención en
la Cámara", comentó inmediatamente la ex docente de Monza,
recordando su primer cara a cara con Orban, que se desarrolló
sin restricciones hace semanas, justo entre los escritorios de
la sede de la Eurocámara en la ciudad alsaciana.
"Los tiranos luchan por digerir las críticas", atacó la
eurodiputada en un largo post en las redes sociales, acusando a
Hungría de "no tener las condiciones mínimas para que se lleve a
cabo un juicio justo, ni para mí ni para ningún oponente
político, y mucho menos si es antifascista". Y apeló al
Parlamento Europeo a "defender el Estado de derecho y los
derechos humanos".
La respuesta de Budapest no se hizo esperar. "El hecho de
que usted se comporte como una víctima no solo es
desconcertante, sino también absolutamente repugnante. No fue
arrestada por sus opiniones políticas, fue arrestada y juzgada
por casos de agresión armada contra húngaros inocentes", tronó
al portavoz del Parlamento húngaro. Zoltan Kovacs, calificándola
de "criminal común" y no de "mártir".
Un choque que se extendió también a la mayoría y a la
oposición.
"Las víctimas de la agresión merecen justicia y es justo
permitirles comprender, mediante un juicio justo, lo que
realmente ocurrió", interrumpió la eurodiputada de la Liga
Norte, Susanna Ceccardi.
Mientras que en el frente opuesto -además de los dirigentes
de Avs, Nicola Fratoianni y Angelo Bonelli- el demócrata
Pierfrancesco Maran también defendió a la italiana anunciando su
voluntad de "votar por ella para que permanezca libre frente a
otra persecución de Orban".
E incluso dentro de las filas de la política húngara, el
frente anti-Orban, liderado por la socialista Klara Dobrev y el
popular Peter Magyar, reivindicaron la actuación "mucho más
rigurosa y democrática" del Parlamento Europeo en comparación
con la de las autoridades húngaras.
La solicitud de suspensión de inmunidad acabará ahora sobre
la mesa de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara. El
proceso podría durar algunos meses, como ocurrió con los
eurodiputados implicados en el Qatargate.
"En ese caso -subrayaron fuentes parlamentarias- hubo, sin
embargo, presiones de todo el Parlamento para proceder
rápidamente", mientras que en el caso de Salis "los
eurodiputados podrían decidir actuar con más calma, tomando
todas las precauciones necesarias".
Empero, el primer paso se dará en la primera semana de
noviembre, cuando la comisión deberá elegir a qué eurodiputado
confiará la redacción del informe sobre el asunto Salis.
Luego comenzará el examen de todos los documentos
presentados por las autoridades húngaras y se decidirá si se
organiza una comparescencia de la eurodiputada. Solo entonces
la solicitud deberá pasar la doble votación de la comisión y del
pleno: muy probablemente a principios de 2025. (ANSA).