Por Benedetta Guerrera
(ANSA) - WASHINGTON, 24 OTT - A menos de dos semanas de las
elecciones estadounidenses, se cuela en la campaña electoral lo
que podría ser la infame "sorpresa de octubre", un
acontecimiento inesperado que cambió por completo el curso de la
campaña en años anteriores.
La ex modelo Stacey Williams acusó a Donald Trump de haber
abusado de ella en 1993 en la Torre Trump en "un juego perverso"
con Jeffrey Esptein, el magnate financista amigo del
exmandatario.
Otro golpe más para Trump que, sin embargo, hasta ahora ha
salido indemne de escándalos, juicios y acusaciones. Por el
contrario, la última encuesta del Wall Street Journal lo muestra
por primera vez con una ventaja del 47% a nivel nacional sobre
Kamala Harris, que se estanca en el 45% y baja en apoyos tras
una actuación apenas por encima de lo esperado en el encuentro
con los votantes en Pensilvania organizado por la cadena CNN.
La última acusadora de Donald, que trabajó como modelo
profesional en los años 90, dijo que lo conoció por primera vez
en 1992 en una fiesta de Navidad a través del financista, quien
se suicidó en prisión en 2019 tras ser condenado por tráfico
sexual, violencia y otros actos horribles perpetrados a lo largo
de los años.
En ese momento, Epstein y la mujer estaban saliendo "sin
compromiso" y un día, en la primavera de 1993, él la llevó a la
Torre Trump. Unos minutos después de su llegada, dijo Williams,
el expresidente apareció, la atrajo hacia él y comenzó a
manosearla.
"Puso sus manos en mis senos, mis caderas y mi trasero",
dijo la modelo, confesando que quedó "congelada y profundamente
confundida" por lo que estaba pasando, y que vio "a los dos
hombres sonriéndose" mientras ella era acosada.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la campaña de
Trump, negó rotundamente las acusaciones calificando a Williams
de "ex activista de Barack Obama".
"Es obvio que esta historia falsa fue inventada por la
campaña de Harris", afirmó, motivando la acusación con el hecho
de que la mujer forma parte de un grupo llamado "Supervivientes
de Kamala" que apoya a las víctimas de violencia y apoya a la
candidata demócrata.
Williams también compartió en las redes sociales una postal
del resort Mar-a-Lago escrita y firmada por el magnate, también
en el 93: "Tu casa lejos de casa, con amor Donald".
Es probable que los partidarios republicanos permanezcan
indiferentes ante un nuevo escándalo como ha ocurrido en los
últimos años con una condena por pagos ilegales a la estrella
porno Stormy Daniels, dos acusaciones por el asalto al Capitolio
y el intento de revocar las elecciones y dos juicios políticos,
por nombrar solo algunos casos.
Hechos que habrían destruido la carrera de cualquier otro
político, pero también la de cualquier ciudadano americano. En
cambio, el expresidente sigue ahí e incluso amenaza con que el
primer día de su toma de posesión en la Casa Blanca despedirá
"en dos segundos" al fiscal especial Jack Smith, que inició el
proceso en su contra por el asalto al Congreso y los documentos
secretos de Mar-a-Lago. Además de atacar a la Unión Europea (UE)
llamándola "mini China".
Harris, en tanto, continúa su tour de forzas en los estados
indecisos, Pensilvania y Georgia, y está pidiendo la ayuda de
celebridades, no solo de políticos, para devolverle algo de
entusiasmo a su campaña.
Desde Bill Clinton a Barack Obama, de Eminem a Bruce
Springsteen hasta la reina Beyoncé, que finalmente decidió subir
al escenario junto al demócrata en su ciudad natal de Houston,
Texas.
Mientras tanto, de la campaña se desprende que el último
discurso de la vicepresidenta antes de las elecciones tendrá
lugar el próximo martes, es decir exactamente a una semana del 5
de noviembre, en un lugar simbólico para Estados Unidos. El
Ellipse, a dos pasos de la Casa Blanca, donde el 6 de enero,
hace cuatro años, Trump declaró que el voto había sido "robado"
y llamó a la rebelión a los insurrectos que luego prendieron
fuego al Capitolio. (ANSA).