Por Filippo Cicciú
(ANSA) - ESTAMBUL, 25 OTT - De la lucha armada a la política
y la legalidad. Luego de años de silencio vuelve a hablar
Abdullah Ocalan, el histórico líder del Partido de los
Trabajadores del Kurdistán (PKK), la formación armada kurda, de
orientación socialista, que contribuyó a fundar en 1978 y a la
que el gobierno de Ankara atribuyó el atentado perpetrado el
miércoles en la sede de la industria aeroespacial cerca de la
capital.
Si se dan las condiciones adecuadas, tengo el poder teórico
y práctico para llevar este proceso del terreno del conflicto y
la violencia al plano legal y político", dijo el líder, de 75
años, que pasó los últimos 25 años de su vida en prisión y pudo
enviar este mensaje tras recibir a un familiar suyo en prisión y
a un diputado del partido pro kurdo Democrático, la tercera
fuerza más representada en el Parlamento turco, primera visita
que recibe desde 2020.
La reunión en prisión se produjo después de un clamoroso
llamado efectuado, en los días anteriores, por el partido de
extrema derecha MHP, aliado del AKP del presidente Recep Tayyip
Erdogan y con posiciones muy alejadas de los kurdos, que invitó
a Ocalan a proclamar la disolución de PKK y declarar el fin del
terrorismo en el Parlamento, en alusión a un posible fin de su
régimen de aislamiento. Una oportunidad definida como
"histórica" ;;por el propio Erdogan.
Con sus palabras, Ocalan parece haber aceptado, en algún
modo, el desafío, indicando un posible nuevo horizonte para su
grupo, desde hace 40 años involucrado en una sangrienta guerra
contra el Estado turco que provocó la muerte de más de 40.000
personas.
La petición llega de la cárcel de máxima seguridad en la
isla de Imrali, al sur de Estambul, en el Mar de Marmara, donde
Ocalan está recluido desde 1999, cuando fue arrestado en Kenia
luego de buscar asilo político en Europa, entre ellos, en
Italia, sin conseguirlo, y recibió una condena a muerte, luego
conmutada por cadena perpetua tras la abolición de la pena
capital.
No es la primera vez que el líder pide al PKK que abandone
la lucha armada. El último llamamiento se remonta al período de
tregua entre Ankara y el grupo kurdo, entre 2013 y 2015. Un
momento conocido como "el proceso de solución", deseado por
Erdogan cuando era primer ministro y liderado por Hakan Fidan,
entonces jefe de los servicios secretos y actual ministro de
Asuntos Exteriores, que habló directamente con ™calan.
El acuerdo preveía el fin de las hostilidades y la retirada
de militantes armados a bases en el norte de Irak, pero duró
algunos años. La violencia estalló de nuevo en 2015 y desde
entonces el grupo se atribuyó varios ataques en el país,
mientras Ankara bombardea periódicamente sus bases iraquíes, así
como a las fuerzas kurdo-sirias YPG.
Las declaraciones de Ocalan fueron apoyadas por el partido
pro-kurdo Democrático que se declaró dispuesto a implicarse en
un nuevo proceso de paz, pero llegan pocas horas después de un
brutal ataque contra la sede de la Industria aeroespacial turca,
en la provincia de Ankara, donde dos militantes del PKK
detonaron una bomba en la entrada y luego dispararon a
quemarropa, provocando la muerte de cinco personas, mientras que
otras 22 resultaron heridas.
El atentado fue condenado por todas las fuerzas políticas de
Turquía, incluido el democrático pro-kurdo y su líder
encarcelado desde 2016, Selahattin Demirtas, que también se
pronunció a favor de un proceso de paz liderado por Ocalan.
Turquía respondió al atentado de Ankara con bombardeos a
fondo en Siria y en Irak septentrional, donde -de acuerdo con
Turquía- fueron destruidas bases y muertos 59 terroristas.
Mientras, las fuerzas democráticas sirias, encabezadas por
kurdos y apoyadas por Estados Unidos que está presente en el
país, declararon que las agresiones de Ankara asesinaron a 12
civiles e hirieron a 25. (ANSA).