Por Nina Fabrizio
(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO 28 OCT - Era algo esperado, pero
hoy llega el anuncio oficial: la primera y única Puerta Santa
"extra", es decir, además de la de las cuatro basílicas
pontificias, el papa Francisco la abrirá el 26 de diciembre en
la cárcel romana de Rebibbia, en la solemnidad de San Esteban y
a poca distancia de la solemne apertura del Jubileo en San Pedro
en la tarde del 24.
El Año Santo 2025 arrancará, por tanto, con un gesto
altamente simbólico, marcado por las indicaciones de la bula
papal "Spes non confundit", que ya contiene un llamamiento a los
gobernantes del mundo para que concedan "formas de amnistía" e
"indultos de penas" a los encarcelados.
El gesto del Pontífice, para no quedar solo simbólico, se
basará también en un acuerdo, ya suscrito entre el Vaticano, el
ministerio de Justicia y el municipio de Roma, gracias a la cual
los reclusos que lo soliciten y reúnan las condiciones
requeridas, pueden obtener permisos especiales para realizar
"trabajos socialmente útiles".
Entre ellos, la posibilidad de hacer de "voluntarios" junto
con muchos otros voluntarios "ordinarios" que facilitarán el
éxito del año jubilar.
"El papa Francisco quiere ser el primero en hacerse
Peregrino de Esperanza", explicó Monseñor Rino Fisichella,
"director" del Jubileo, en una conferencia de prensa donde
también se presentaron los numerosos eventos culturales que
anticiparán la apertura del Jubileo, incluyendo una exhibición
extraordinaria de la Crucifixión Blanca de Marc Chagall que
llega de Chicago.
"El 26 de diciembre, fiesta de San Esteban -dijo el
pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Fisichella-,
el Pontífice estará en la cárcel romana de Rebibbia para abrir
también en ese lugar, símbolo de todas las cárceles esparcidas
por el mundo, la Puerta Santa, signo tangible del anuncio de
esperanza".
Como ya reza la Spes non confundit, en efecto, "en el Año
jubilar -escribió directamente Francisco- estaremos llamados a
ser signos tangibles de esperanza para tantos hermanos y
hermanas que viven en condiciones de incomodidad", "los presos
experimentan cada día, además de la dureza de la reclusión, el
vacío afectivo, las restricciones impuestas y, en muchos casos,
la falta de respeto".
De este "horizonte" maduró la firma del acuerdo con el
ministro de Justicia, Carlo Nordio, y el comisario
gubernamental, Roberto Gualtieri.
"Será una gran emoción", comentó hoy el mismo Nordio, "hay
que conjugar la ley, la adecuación de la pena, con la necesidad
de que esta tenga que tender a la reeducación. Debemos intentar
reeducar a las personas que están expiando los errores que
cometieron".
No podía faltar un comentario sobre los trabajos en curso
que tanta "paciencia" requieren a los ciudadanos romanos en
estas semanas: "Fui a ver la obra de la plaza Pía -dijo Monseñor
Fisichella- y lo que puedo garantizar es que Piazza Pia será una
joya, los romanos estarán contentos y estará listo a tiempo".
Por último, sobre la estimación del número de peregrinos que
poblarán Roma durante todo el Año Santo, el pro-Prefecto
confirmó la de los "32 millones" de peregrinos. (ANSA).