(ANSA) - WASHINGTON, 28 OTT - Hay preocupación tras el show
de Donald Trump en el Madison Square Garden por las bromas
racistas del comediante Tony Hinchcliffe sobre Puerto Rico,
definido como "una isla de basura", y sobre los latinos a los
que "les gusta tanto tener hijos como entrar a Estados Unidos".
Estas palabras corren el riesgo de convertirse en un
boomerang electoral para el magnate, que hace todo lo posible
para cortejar a los hispanos.
Tanto es así que su personal inmediatamente se distanció,
afirmando que "esta broma no refleja las opiniones de Trump ni
de la campaña", y varios funcionarios del partido condenaron los
comentarios del comediante. (ANSA).