(ANSA) - MONTEVIDEO, 28 OTT - El sólido éxito del candidato
de la coalición de centro-izquierda (Frente Amplio - FA),
Yamandú Orsi, en la primera vuelta de las elecciones
presidenciales de Uruguay, con el 44% de las preferencias, corre
el riesgo de quedar anulado de cara a la segunda vuelta.
El centroderecha, dividido en la primera vuelta, ya ha
anunciado su reagrupación de cara a la votación decisiva del 24
de noviembre detrás de la candidatura de Álvaro Delgado, que
quedó segundo el domingo con un 26,6%.
Es un escenario muy similar al de las elecciones de 2019 que
llevaron a la presidencia a Luis Lacalle Pou. Delgado, candidato
del Partido Nacional, podrá contar con el 16% de los votos del
representante del Partido Colorado, Andrés Ojeda, y con el 2,4%
del candidato de la derecha, Guido Manini Ríos.
Por tanto, el candidato de centroderecha aparecerá en la
segunda vuelta con un potencial del 47% del total de votos
frente al 44% del centroizquierda. Una circunstancia que Delgado
subrayó en sus primeras declaraciones tras la publicación de los
resultados oficiales. "Somos el proyecto político más votado en
Uruguay", afirmó. Colorados y blancos son parte del gobierno de
Lacalle Pou.
El resultado (aún preliminar) de las elecciones políticas
prevé, en cambio, un fortalecimiento del centroizquierda en el
Parlamento, con el Frente Amplio que, si se confirma el recuento
actual, podría tener ya la mayoría absoluta en el Senado (16
escaños de 30), mientras que en la Cámara contaría con 48 de 99
diputados. (ANSA).