(Por Claudia Tomatis)
(ANSA) - TURIN, 29 OTT - "Creo que tengo talento, me lo han
dicho desde que era pequeña y el talento se cultiva intentando
superarte siempre", afirmaba a los 13 años Matilde Lorenzi, la
joven promesa del esquí italiano fallecida hoy como
consecuencias de las heridas que sufrió en un grave accidente
mientras se entrenaba en Val Senales, en Trentino-Alto Adige, el
lunes.
Una muerte que duele todavía más porque el 15 de noviembre
Matilde hubiese celebrado sus 20 años, una vida y un sueño que
quedaron truncos por la tragedia que hoy conmueve no sólo al
mundo del deporte, sino a toda Italia, unida por el dolor de su
partida.
Por aquellos años, Matilde soñaba con integrar el equipo
nacional de esquí como su hermana Lucrezia, de quien decía:
"Tomé de ella su determinación", al confesar que su disciplina
preferida era el "Slalom gigante, una competencia en la que
quisiera participar cuando sea grande en una Copa del Mundo
junto con mi hermana", auguraba.
Integrante del equipo de esquí deportivo del Ejército, Lorenzi
formó parte del equipo femenino junior y el año pasado logró el
tílulo nacional en el SuperG, especialidad en la que también se
destacó durante el Mundial junior.
Matilde se entrenaba con el equipo italiano en Trentino-Alto
Adige, región ubicada en el noroeste del país, fronteriza con
Austria, donde también se entrena Federica Brignone, la
esquiadora italiana más laureada en esa disciplina que el sábado
conquistó la prueba de Slalom gigante en la Copa del Mundo que
se desarrolla en Soelden, Austria, que puso en marcha una nueva
temporada.
En esa región, la muerte acechaba a Lorenzi y se cobró una
víctima que hoy llora todo un país, como destacó el presidente
de la Federación nacional de Deportes de Invierno, Flavio Roda,
al cancelar todas las actividades previstas para esta jornada
porque -dijo- "es una tragedia que nos afecta a todos".
A "mantener vivo su recuerdo", invitó el presidente del Comité
Olímpico Italiano (CONI), Giovanni Malagó, con un mensaje en el
que expresa las condolencias de todo el deporte nacional hacia
la familia y los allegados de Matilde, nacida en Turín, pero no
en una zona montañosa a la que se mudó y que consideraba "un
lugar fantástico porque me permite sentirme completamente
libre", decía.
Y es que, decía también, esquiar la hacía feliz, razón por la
cual sus padres, Elena y Adolfo, la habían incentivado a
perseguir su sueño y a dejarse llevar por esa pasión compartida
con su hermana, razón por la cual se mudaron a Sestriere, el
mejor lugar para realizar entrenamientos más técnicos y más
complejos.
"Matilde creció en estas pistas, como su hermana mayor, de 27
años, quien ya debutó en una Copa del Mundo de Slalom especial y
también forma parte del equipo de esquí deportivo del Ejército",
recordó el alcalde Gianni Poncet, al destacar el "sacrificio que
hicieron los padres de Matilde al mudarse aquí desde Valgioie,
en Val Sangone (en la región occidental de Piamonte, Ndr) para
que ellas pudieran entrenarse".
"Aquí permanecieron ambas durante varios años. Habían empezado a
esquiar cerca de su casa, pero a medida que crecieron
necesitaban contar con estructuras más adecuadas. Después
ingresaron al equipo nacional, pero siguieron viniendo aquí
cuando los compromisos se lo permitían", agregó Poncet, quien el
agosto las vio por última vez al otorgarles un premio.
Fue durante una ceremonia en la que también fue premiado
Gregorio Bernardi, joven campeón del SuperG oriundo de Piamonte,
recordó el alcalde que evaluaba declarar junto con la
Administración comunal una jornada de luto el día del funeral de
Matilde, previsto para este jueves en Giaveno.
"La querida Matildina será sepultada en el cementerio de
Valgioie", informó su familia, integrada también por sus
hermanos Matteo y Giosué, que pidió "no enviar ofrendas florales
y destinar ese dinero para un proyecto que la recuerde". (ANSA).