Por Elisa Buson
(ANSA) - MILANO, 30 OTT - Las dramáticas inundaciones
causadas en España por el fenómeno denominado DANA son solamente
las últimas de una larga lista de eventos extremos que en los
últimos años se abatieron sobre Europa.
"Su común denominador es el aumento de las temperaturas que,
entre sus efectos, también aumento exponencialmente la capacidad
de la atmósfera de contener vapor ácueo", explicó Dino Zardi,
físico de la atmósfera de la Universidad de Trento.
"La atmósfera más húmeda es incluso más inestable, esto es
desarrolla más fácilmente movimientos verticales de elevación
debidos a la circulación de aire, y causa precipitaciones más
copiosas. Con los años hemos observado un aumento de la
intensidad de los fenómenos extremos. Existe además la sensación
difundida de que está incrementando su frecuencia pero, para
decirlo con certeza, es necesaria una estadística más sólida".
En los últimos 30 años, las inundaciones en Europa afectaron
a 5,5 millones de personas, y causaron unas 3.000 víctimas y más
de 170.000 millones de euros en daños económicos. Los datos son
presentados en una resolución aprobada por el Parlamento
Europeo, el pasado setiembre, justamente luego de las
inundaciones causadas por la tempestad Boris que azotó primero a
Europa central (Austria, RepúblicaCheca, Polonia, Rumania,
Eslovaquia, Alemania y Hungría) y luego Emilia Romaña, con un
balance total de casi una treintena de víctimas..
Todo 2024 no fue asimismo un año fácil: basta pensar en la
cola del huracán Kirk que embistió a Italia una decena de días
atrás, las lluvias torrenciales que, a comienzos de octubre,
provocaron una veintena de muertos en Bosnia, y luego todavía el
aluvión en la Costa Azul, a fines de setiembre, el que aquejó al
Piamente y Valle d'Aosta en julio, el que trastornó el sur de
Alemania en junio pasado. o además la tempestad Henk que afectó
a Francia y Gran Bretaña en enero.
Al mirar hacia 2023, de acuerdo con los datos del programa
Copernicus, las inundaciones preocuparon a 1,6 millones de
personas en Europa y causaron el 81% de las pérdidas económicas
del año debido a los impactos del cambio climático en el
continente.
Un tercio de la red fluvial europea tuvo flujos superiores
al umbral de inundación "alto", y se verificaron niveles récord
en las principales cuencas, entre ellas, Loira, Reno y Danubio,
debido a una serie de tempestades entre octubre y diciembre.
2023 fue el año del desbordamiento en Eslovenia, Croacia y
Austria, damnificadas en agosto, y el gran aluvión en Emilia
Romaña en mayo.
El año precedente, 2022, fue fuertemente anómalo pero en
sentido opuesto: en términos de precipitaciones, fue más seco,
un 10%, respecto a la media y las condiciones de humedad del
suelo fueron las segundas más bajas de los últimos 50 años.
En relación a los ríos fue el año más seco jamás registrado
en términos de área afectada, con el 63% que experimentó flujos
inferiores al promedio.
Se trató de un año de tregua después de un 2021 en verdad
duro. El fenómeno más desastroso fue el que se abatió en julio
en Alemania y Bélgica, afectando también a Luxemburgo y Países
Bajos, con un balance total de más de 240 víctimas (casi 200
únicamente en Alemania). En agosto, en cambio, el turno de
Turquía con más de 70 muertos. (ANSA).