Se hai scelto di non accettare i cookie di profilazione e tracciamento, puoi aderire all’abbonamento "Consentless" a un costo molto accessibile, oppure scegliere un altro abbonamento per accedere ad ANSA.it.

Ti invitiamo a leggere le Condizioni Generali di Servizio, la Cookie Policy e l'Informativa Privacy.

Puoi leggere tutti i titoli di ANSA.it
e 10 contenuti ogni 30 giorni
a €16,99/anno

  • Servizio equivalente a quello accessibile prestando il consenso ai cookie di profilazione pubblicitaria e tracciamento
  • Durata annuale (senza rinnovo automatico)
  • Un pop-up ti avvertirà che hai raggiunto i contenuti consentiti in 30 giorni (potrai continuare a vedere tutti i titoli del sito, ma per aprire altri contenuti dovrai attendere il successivo periodo di 30 giorni)
  • Pubblicità presente ma non profilata o gestibile mediante il pannello delle preferenze
  • Iscrizione alle Newsletter tematiche curate dalle redazioni ANSA.


Per accedere senza limiti a tutti i contenuti di ANSA.it

Scegli il piano di abbonamento più adatto alle tue esigenze.

Noticiero Español
  1. ANSA.it
  2. Noticiero Español
  3. ANSA/Papa: ¨Qué tienen que ver los niños con la guerra"

ANSA/Papa: ¨Qué tienen que ver los niños con la guerra"

Vibrante llamado de Francisco por las víctimas civiles.

(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 30 OTT - El Papa concluyó la audiencia general en la Plaza de San Pedro con un nuevo llamamiento por la paz y en esta oportunidad subrayó el sufrimiento de los niños en aquellos países atormentados por los conflictos.
    "Ayer he visto que fueron ametralladas 150 personas inocentes. ¨Qué tienen que ver los niños con la guerra? Las familias son las primeras víctimas", se preguntó el pontífice.
    Francisco renovó su pedido de oración por países en guerra, como Ucrania, Palestina, Israel o Myanmar. Recemos por la paz.
    La paz es un don del Espíritu. La guerra es siempre, siempre, siempre una derrota. En la guerra nadie vence, todos pierden".
    Antes de la audiencia de los miércoles, Francisco recibió al grupo "Proyecto Esperanza" del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), que desde 1999 se dedica a acompañar a las mujeres que han abortado.
    El Papa destacó su "servicio a personas cuyo sufrimiento es indescriptible", en contraste con "la llegada de cada recién nacido que suele ser sinónimo de una alegría que nos embarga de forma misteriosa y que renueva la esperanza".
    "Quizás por eso el Señor, en la pedagogía de su Evangelio, quiso hacernos partícipes de un dolor que, por ser la antítesis de esa alegría, nos conmociona brutalmente", dijo el Papa- Francisco citó luego un texto sobre los santos inocentes asesinados por Herodes: "su dolor cesó con la muerte, mientras que el grito amargo era el lamento de las madres, que se renueva siempre con la memoria".
    "No debemos perder la esperanza, el mal no tiene la última palabra" para que "estas hermanas nuestras puedan encontrar a Jesús en la desolación. Llegarán al hogar cálido y seguro de Nazaret, donde podrán experimentar el silencio interior y paz al verse acogidas y perdonadas", añadió, refiriéndose al servicio de la asociación eclesial latinoamericana.
    Durante la audiencia, el Papa dedicó la catequesis al sacramento de la confirmación.
    "El problema es cómo lograr que el sacramento de la Confirmación no se reduzca, en la práctica, a una 'extremaunción', es decir, al sacramento de 'salida' de la Iglesia", sostuvo.
    "Se dice que es el Sacramento de la despedida porque, una vez que los jóvenes lo hacen, se van, luego vuelven para casarse. Eso es lo que dice la gente", agregó.
    Para evitar eso, apuntó el Pontífice, puede ser útil recibir ayuda en la preparación al Sacramento de fieles laicos que han tenido un encuentro personal con Cristo y han tenido una verdadera experiencia del Espíritu".
    "Algunas personas dicen haberlo vivido como florece en ellos el sacramento de la Confirmación recibido en la infancia", añadió.
    El Papa Francisco concluyó luego: "­He aquí una gran realización para el año jubilar! Quiten las cenizas de la costumbre y del desinterés, conviértanse, como los portadores de la antorcha en los Juegos Olímpicos, en portadores de la llama del Espíritu". (ANSA).
   

        RIPRODUZIONE RISERVATA © Copyright ANSA

        Video ANSA



        Modifica consenso Cookie