Por Alberto Zanconato
(ANSA) - MOSCU, 30 OTT - Kiev afirmó que los primeros 3000
soldados norcoreanos fueron desplegados en territorio ruso a 50
kilómetros de la frontera ucraniana, mientras que la ministra de
Asuntos Exteriores de Pyongyang llegó a Moscú para celebrar
consultas definidas como "estratégicas".
La cuestión de las tropas enviadas por el Estado ermitaño
sigue estando en el centro de la atención internacional,
mientras las tropas de Moscú siguen reivindicando nuevas
conquistas en el este ucraniano.
Según el diario Financial Times, que citó a funcionarios de
inteligencia de Kiev, los soldados norcoreanos -vanguardias de
una fuerza total de 12.000 hombres, también según Ucrania-
fueron transportados en secreto a bordo de camiones civiles
desde el Extremo Oriente ruso a la región de Kursk, donde
estarían acuartelados a unas pocas docenas de kilómetros de la
frontera con Ucrania.
Las mismas autoridades de Kiev habían anunciado en las
pasadas semanas que se desplegarían soldados asiáticos en el
territorio ruso de Kursk para luchar contra las tropas de
invasión ucranianas.
Moscú y Pyongyang no negaron la transferencia, afirmando que
no violaría ninguna norma internacional.
El presidente ruso, Vladimir Putin, en particular, recordó
el artículo 4 del tratado de cooperación estratégica entre los
dos países, que prevé la ayuda mutua en caso de agresión desde
el exterior. Y así es, para Rusia, la invasión en su región
fronteriza.
En cuanto a la visita de la ministra norcoreana de Asuntos
Exteriores, Choe Son Hui, a Moscú, la portavoz del Ministerio
ruso de Asuntos Exteriores, María Zakharova, subrayó que se
realiza "de conformidad" con el mismo tratado, firmado en junio
pasado en Pyongyang durante una visita de Putin.
La situación en Ucrania y en la península de Corea también
fue discutida en Pekín en una reunión entre el jefe de la
diplomacia china, Wang Yi, y el viceministro ruso de Asuntos
Exteriores, Andrei Rudenko.
En el informe oficial no se mencionan ningunas tropas
norcoreanas, sino sólo un recordatorio por parte de Moscú de la
necesidad de "eliminar los riesgos de un conflicto armado a gran
escala" en la península de Corea y una invitación a "Washington
y sus aliados" a "abandonar la línea de desafío entre los
bloques".
Sobre el terreno, continúa el avance de las tropas rusas en
el este de Ucrania.
El ministerio de Defensa de Moscú dijo que sus soldados
habían tomado el control de la localidad de Kruglyakovka en la
región de Járkov en las últimas 24 horas, a unos 20 kilómetros
al sur de la ciudad de Kupyansk.
Mientras se vuelve a hablar de la posibilidad de abrir un
diálogo entre Rusia y Ucrania sobre temas concretos que podrían
allanar el camino a negociaciones más amplias para intentar
poner fin al conflicto.
El Financial Times, citando una fuente diplomática, escribió
que "las negociaciones acaban de comenzar para reiniciar las
negociaciones (anteriormente fallidas) para poner fin a los
ataques mutuos de Kiev y Moscú a las infraestructuras
energéticas".
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, rechazó, sin
embargo, tales informes calificándolos de "falsedades que no
tienen nada que ver con la realidad". Y reiteró que para
alcanzar un alto el fuego, Rusia sigue exigiendo que las tropas
ucranianas se retiren de todas las "regiones rusas", incluidas
las cuatro de Ucrania, anexadas en 2022 por Moscú, aunque
todavía estén parcialmente controladas por sus tropas.
Mientras tanto, los disidentes rusos Ilya Yashin, Vladimir
Kara-Murza y ;;Yulia Navalnaya -esposa de Alexei Navalny,
fallecido en cautiverio en Rusia el pasado mes de febrero-
decidieron organizar una marcha contra la guerra en Ucrania el
17 de noviembre en Berlín.
Así lo anunció el propio Yashin, según el cual el objetivo
es exigir que "las tropas rusas sean retiradas de Ucrania, que
Putin sea juzgado como criminal de guerra y que todos los presos
políticos sean liberados". (ANSA).