(ANSA) - MADRID 31 OCT - Al menos 158 personas fallecieron a
causa de las lluvias torrenciales caídas desde el martes, que se
cebaron con la región de Valencia, las peores registradas en el
país en este siglo, según la última cifra provisional ofrecida
hoy por fuentes del gobierno.
El país, que hoy vive su primer día de luto oficial de los
tres decretados, sigue conmocionado por la tragedia.
La catástrofe podría convertirse en el desastre natural más
costoso de la historia del país, según las compañías
aseguradoras.
En Castellón (región de Valencia) sigue lloviendo con
fuerza, con acumulados superiores a 100 litros por metro
cuadrado en pocas horas, y las autoridades pidieron a la
población que se quede en sus casas.
Imágenes muestran cómo en Castellón los ríos van al límite
de su capacidad, muchas empresas enviaron a sus trabajadores a
sus casas y las clases fueron suspendidas en los colegios de
numerosos municipios.
Mientras, las tareas de búsqueda de los desaparecidos,
desescombro y rescate continúan en las zonas afectadas de
Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía.
Se buscan desaparecidos, especialmente en los garajes.
En uno de ellos de La Torre (Valencia) fueron encontrados
los cadáveres de siete personas, entre ellos el de un policía
local. Al parecer intentaban sacar sus vehículos cuando
comenzaron las fuertes lluvias.
El gobierno apoyará "por tierra, mar y aire el tiempo que
haga falta para encontrar a todas las personas desaparecidas",
dijo hoy el premier, el socialista Pedro Sánchez, en Valencia.
El líder de la oposición, Alberto Nuñez Feijóo (PP), también
de visita en Valencia, reprochó a Sánchez no haberle informado
"de nada" respecto a la tragedia y dijo que "en una emergencia
nacional, además de humanidad se necesita colaboración".
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) envió una alerta
roja el martes por la mañana, pero las alertas al conjunto de la
población a través de mensajes de celular, que corresponde al
gobierno regional de Valencia (en manos del Partido Popular), no
llegaron hasta las 8 de la tarde locales, cuando la situación ya
era trágica en las comarcas más afectadas.
La tardanza de esta alerta recibió críticas.
El rey, Felipe VI, lanzó un llamado a "permanecer unidos en
el apoyo y la ayuda" a los afectados por el temporal".
El monarca reconoció la labor de los servicios de
emergencias "en una operación sin precedentes, también en un
desastre sin precedentes".
El rey puso además a la Guardia Real y a su equipo de
seguridad a disposición del gobierno para que colaboren en las
zonas afectadas por las lluvias, informó el Palacio de La
Zarzuela.
En el dispositivo participan un millar de militares de la
Unidad Militar de Emergencias junto con 750 agentes de la
Guardia Civil. (ANSA).