Por Mónica Uriel
(ANSA) - MADRID 31 OCT - Al menos 158 personas murieron a
causa de las torrenciales lluvias, que se cebaron con la región
de Valencia, y que ya es uno de los desastres naturales más
letales de España.
Todavía sigue habiendo "decenas y decenas de desaparecidos",
dijo el ministro de Política Territorial, Angel Víctor Torres,
al ofrecer la cifra provisional de fallecidos.
La búsqueda de desaparecidos confluye con la ayuda a
habitantes de municipios que siguen incomunicados debido a que
un centenar de carreteras siguen cortadas en la región de
Valencia.
Localidades como Sedaví o Alfafar están incomunicadas dos
días después de las lluvias del martes, algunas de ellas sin luz
ni agua y sin haber recibido ayuda del exterior.
Hay vecinos "conviviendo con cadáveres en casa. Nos tienen
olvidados", clamó el alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, que
apuntó que "nos estamos organizando, pero se nos está acabando
todo".
Ante la situación de emergencia, el ejército se incorporará
mañana al operativo habilitado para reforzar las labores
logísticas y de distribución de ayuda a la población afectada.
El agua corriendo por calles, entrando en casas y
desbordándose de los ríos dio paso hoy a un escenario de barro y
rocas con vehículos amontonados y multitud de enseres y residuos
esparcidos.
Tras el shock vivido ayer, los afectados se volcaron hoy en
achicar agua de las casas, abrir y limpiar calles, y retirar
vehículos y demás objetos.
Gestos de solidaridad se vieron por parte de numerosos
ciudadanos de Valencia que se desplazaron a pie a las
localidades afectadas del sur de la provincia para llevarles
alimentos y agua, así como colaborar en las tareas de
desescombro.
Frente a ellos, medio centenar de personas fueron detenidas
tras saquear tiendas en centros comerciales.
Mientras tanto, se sigue la búsqueda de los desaparecidos,
sobre todo en garajes.
En uno de ellos de La Torre (Valencia) fueron encontrados
los cadáveres de siete personas, entre ellos el de un policía
local.
Al parecer intentaban sacar sus vehículos cuando comenzaron
las fuertes lluvias.
Según las compañías aseguradoras, la catástrofe podría
convertirse en el desastre natural más costoso de la historia
del país, que hoy vivió el primero de los tres días de luto
oficial decretados.
El gobierno apoyará "por tierra, mar y aire el tiempo que
haga falta para encontrar a todas las personas desaparecidas",
dijo hoy el premier, el socialista Pedro Sánchez, en Valencia.
El líder de la oposición, Alberto Nuñez Feijóo (Partido
Popular - PP), también de visita en Valencia, reprochó a Sánchez
no haberle informado "de nada" respecto a la tragedia y dijo que
"en una emergencia nacional, además de humanidad se necesita
colaboración".
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) envió una alerta
roja el martes por la mañana, pero las alertas al conjunto de la
población a través de mensajes de celular, que corresponde al
gobierno regional de Valencia (en manos del Partido Popular), no
llegaron hasta las 8 de la tarde locales, cuando la situación ya
era trágica en las comarcas más afectadas.
La tardanza de esta alerta recibió críticas.
Una veintena de asociaciones de Valencia convocó a una
manifestación en protesta por la gestión de la tragedia por
parte del gobierno regional de Valencia para el 9 de noviembre.
El rey Felipe VI, que se desplazará a Valencia este fin de
semana, lanzó un llamado a "permanecer unidos en el apoyo y la
ayuda" a los afectados por el temporal".
El monarca reconoció la labor de los servicios de
emergencias "en una operación sin precedentes, también en un
desastre sin precedentes".
Un centenar de agentes de la Guardia Real se incorporará
entre mañana y el viernes a las tareas de emergencia, informó el
Palacio de La Zarzuela.
En el dispositivo participan un millar de militares de la
Unidad Militar de Emergencias, a los que mañana se unirán otros
500, junto con 1.800 policías nacionales, y 750 agentes de la
Guardia Civil. (ANSA).