(ANSA) - ROMA 31 OCT - Podría decirse que finalmente se ha
resuelto el misterio que durante mucho tiempo rodeó a la
supernova SN 1181, que ese mismo año iluminó el cielo durante
unos seis meses y luego desapareció, como atestiguan
observadores chinos y japoneses que vivieron hace casi un hace
un milenio.
En los restos de la explosión, identificada hace sólo unos
años, el grupo de investigación liderado por el Centro Americano
de Astrofísica Harvard & Smithsonian descubrió la presencia de
una estrella "zombi".
Y aún más intrigante es la forma particularmente inusual de
esta última: el estudio publicado en The Astrophysical Journal
Letters ha examinado con un detalle sin precedentes los extraños
filamentos que emanan de la estrella, cuya forma se asemeja a la
de un diente de león.
Gracias al Observatorio Keck, situado a más de 4.000 metros
de altitud en la cima del volcán Mauna Kea en Hawaii, los
investigadores dirigidos por Tim Cunningham lograron crear un
mapa detallado en 3D de los restos de la supernova y sus
filamentos, que se descubrió que viajaban a aproximadamente
1.000 kilómetros por segundo.
Los autores del estudio creen que la explosión que se
produjo en 1181 fue provocada por una enana blanca, una estrella
pequeña y muy compacta.
Normalmente, esta es completamente destruida por la
supernova, pero en este caso una parte de la estrella
sobrevivió, dejando atrás al "zombi". Además, según los
investigadores, esta explosión atípica es también la causa de la
inusual asimetría observada en el material expulsado.
"Nuestro primer mapa 3D nos dice mucho sobre un evento
cósmico único que nuestros antepasados ;;observaron hace siglos
- afirma Ilaria Caiazzo del Instituto Austriaco de Ciencia y
Tecnología y del Instituto Tecnológico de California, una de las
autoras del estudio - pero también plantea nuevas preguntas que
los astrónomos tendrán que afrontar". (ANSA).