(ANSA) - LONDRES, 31 OTT - Regreso a su tierra natal con una
parada intermedia privada en la India, en nombre del relax, para
el rey Carlos III y la reina Camila tras la visita oficial a
Australia y las islas Samoa que finalizó el 26 de octubre: el
primer viaje intercontinental del soberano británico, de 75
años, luego de que se hiciera
público su diagnóstico de cáncer a principios de año.
Tras finalizar la escala samoana en Apia, sede de una
espinosa cumbre del Commonwealth, los monarcas hicieron escala
durante tres días en un exclusivo centro turístico indio, el
Soukya, cerca de Bangalore, famoso por sus tratamientos
ayurvédicos, un spa y un centro de yoga de alto nivel. Una
parada a todo "bienestar", protegida por la confidencialidad y
divulgada por los medios de comunicación sólo al final de su
estancia, que permitió a la pareja real interrumpir el viaje de
regreso: ahorrándoles un agotador doble vuelo de 35 horas sin
interrupción desde el Pacífico sur hasta el Reino Unido.
El complejo en cuestión, que según la prensa sensacionalista
cuesta una media de 3.000 libras semanales (unos 3.500 euros)
sólo en alojamiento, es conocido como un "centro holístico"
popular entre personalidades importantes y diversas figuras
públicas, frecuentado también por una clientela internacional de
élite. En el pasado, como informa el Daily Mail, se alojaron
allí, por ejemplo, la actriz Emma Thompson, dos veces ganadora
del Oscar, o el difunto obispo anglicano sudafricano Desmond
Tutu, antiguo opositor al apartheid y premio Nobel de la Paz.
El rey Carlos, que cumplirá 76 años el próximo mes y que
selló en septiembre el segundo aniversario de su ascenso al
trono tras la muerte de su madre, Isabel II, a los 96 años,
recibió el visto bueno de los médicos para acometer el tour
oceánico estas semanas (aunque parcialmente reducido con la
cancelación de una etapa en Nueva Zelanda) tras el progreso
descrito como "alentador" y "positivo" de los tratamientos
oncológicos a los que se sometió.
Tratamientos que se le permitió suspender y que, por lo que
se intuye, no parecen incluir quimioterapia en su caso (a
diferencia de la princesa Kate, esposa de su primogénito y
heredero William, que también estaba afectada por un cáncer de
naturaleza no especificada).
Mientras tanto, fuentes palaciegas hicieron saber hace días
que la prueba del viaje que acaba de finalizar ha dado más
indicaciones reconfortantes sobre el estado físico del rey:
hasta el punto de permitir una posible reanudación de los
programas ordinarios de visitas al extranjero en 2025. (ANSA).