(ANSA) - MONZA, 02 NOV - Milan se rehabilitó de la derrota
que había sufrido frente al líder Napoli en San Siro, con un
triunfo apretado y por 1-0 en casa del Monza gracia a un gol
convertido por el neerlandés Tijjani Reijnders cuando agonizaba
el primer capítulo del duelo que cerró la jornada de adelantos
de la undécima fecha.
Gol que no llegaron a celebrar los aficionados "rossoneros", la
mayoría de los cuales desertó del U-Power Stadium minutos antes
del inicio en señal de protesta porque unos 50 de los más
radicalizados se vieron impedidos de ingresar a ese escenario.
En solidaridad con aquellos, muchos de los que había realizado
los poco más de 30 kilómetros para acompañar al equipo del
portugués Paulo Fonseca, se retiraron del recinto, mientras que
quienes optaron por permanecer en el mismo no desplegaron
banderas, ni alentaron a sus jugadores.
Así están las cosas en los tiempos que corren y en los cuales la
justicia ordenó la detención de los líderes de la Curva Sur
mientras establece los vínculos que varios de ellos mantenían
con la mafia calabresa (N'drangheta).
Una causa que sigue su rumbo y que también involucra a los
líderes de la Curva Norte que suelen ocupar los fanáticos más
radicalizados de Inter en el Giuseppe Meazza, histórico
escenario que a futuro abandonarán los clásicos rivales para
mudarse a un estadio más moderno aún cuando se trata apenas de
un proyecto por el momento.
El U-Power Stadium, como fue rebautizado por razones de
patrocinio el estadio Brianteo, hoy recibió a un Milan
necesitado de un triunfo para no perder terreno en la lucha por
el título (marcha séptimo y tiene un partido pendiente con
Bologna) ante un Monza que tenía idénticas necesidades, pero
pensando en la lucha por la permanencia.
Y en esa puja, se impuso el visitante gracias al gol de
Reinjners, un mediocampista que le dio la victoria al equipo de
Fonseca en el que su compatriota Rafael Leao volvió a iniciar en
el banco de suplentes e ingresó a los 63' por el suizo Noah
Okafor, acompañado en ataque por el español Alvaro Morata y por
el estadounidense Christian Pulisic.
Con ellos en cancha y con el gol del neerlandés, Milan recuperó
la sonrisa y volvió al triunfo tras la derrota por 2-0 en San
Siro frente al Napoli del martes, aunque no llegó a brillar como
algunos imaginaban en la previa del duelo que jugará el próximo
martes por la Champions como visitante frente a Real Madrid,
último campeón del torneo.
El Monza de Alessandro Nesta, en el que jugó desde el primer
minuto Daniel Maldini, con pasado en el Milan que vio brillar a
su padre Paolo, no resultó ser una buena medida para el equipo
de Fonseca, aunque le jugó de igual a igual en el primer
capítulo, desperdició algunas situaciones en ese período y en el
complemento mantuvo el nivel, aunque no le alcanzó como para
aspirar a un empate.
En el "Clásico (Silvio) Berlusconi", como algunos lo bautizaron
por lo que el ex premier italiano representó para ambos clubes,
se impuso el más fuerte, aunque en la cancha se llevó algún
susto, como el que le dio a pocos minutos de iniciado el partido
el portugués Dany Mota a su compatriota Fonseca al abrir el
marcador.
Por desgracia para el local, el árbitro Ermanno Feliciani lo
invalidó pese a las protestas del banco del Monza por un agarrón
previo de francés Warren Bondo en perjuicio de su compatriota
Theo Hernandez, mientras que Maldini desperdiciaría luego otra
sutuación clara para poner en ventaja al equipo de Nesta.
Así las cosas, fue el también francés Mike Maignan quien se
convirtió poco a poco en responsable de mantener el cero en su
valla con algunas intervenciones decisivas en un primer capítulo
en el que Milan generó poco, pero se puso en ventaja en un
contragolpe y con un cabezazo de Reijnders tras un rechazo de
Armando Izzo ante una incursión de Morata.
Al regreso del descanso, Fonseca pareció comprender que con ese
planteo sería difícil sostenerla y por eso mezcló las cartas,
realizó modificaciones y echó mano a un postergado Leao que por
tercer partido consecutivo inició como suplente y cuando ingresó
le dio algo más de peso a la ofensiva, sin llegar a ser
determinante.
Monza se fue apagando con el correr de los minutos y serían Leao
primero y Morata después quienes desaprovecharon sendas
ocasiones para sentenciar el partido en los minutos finales,
aunque el triunfo de Milan no parecía correr peligro frente a un
rival que dio lo mejor de sí en el primer capítulo y cayó de
pie, aunque podría cerrar la fecha en zona de descenso. (ANSA).