(ANSA) - BUENOS AIRES 4 NOV - El Gobierno de Argentina, que
encabeza el ultraliberal Javier Milei, oficializó este lunes el
decreto con el que se reglamenta el llamado "silencio positivo",
que es el procedimiento que marca que diversos trámites que no
sean respondidos por el Estado en un plazo determinado, se
resolverán favorablemente para quien interponga ese pedido.
El decreto se basa en el artículo 31 de la Ley Bases, que
estableció un giro de 180 grados en la Ley de Procedimiento
Administrativo. Ahora, ante un reclamo sobre bienes públicos, el
Estado tiene 60 días para pronunciarse y, si no lo hace en ese
plazo, la respuesta se interpretará como positiva.
Según informa el diario Clarín, la medida alcanza a unas
500 gestiones administrativas. "Si no hay una respuesta
explícita, vos podés ir por la positiva", expresaron fuentes de
la Presidencia, que subrayaron que se trata de un procedimiento
aplicado en otros países, como en Chile o Francia.
Ese "silencio positivo" es una figura incluida en el
artículo 31 de la única ley que el oficialismo logró aprobar en
el Congreso y que modifica la 19.549 (Ley de Procedimiento
Administrativo).
Desde las cercanías de Milei elogiaron la medida y
expresaron que se trata de un "cambio de paradigma" en la
relación con el Estado. "Muchas veces vos vas a un organismo
estatal y no podés avanzar con un trámite; uno se queda atrapado
porque demoran. Bueno, en este caso, si el Estado no te
contesta, se va a poder avanzar, por defecto", señalaron los
informantes.
El decreto busca imprimirle claridad a un asunto espinoso.
Según marca el texto oficial, "los requisitos para la
configuración del silencio con sentido positivo en el marco de
una autorización administrativa son: el paso del tiempo y la
acreditación en las actuaciones del cumplimiento de las
condiciones específicas exigidas por la norma particular.
Y se agrega que "la medida tiene como objetivo agilizar los
plazos de los trámites y evitar demoras indebidas por falta de
respuesta de la administración pública, evitando de esta manera
que por su inacción el ciudadano pueda hacer ejercicio de los
derechos preexistentes".
"Si un político o un funcionario te quiere complicar y
demora un trámite haciéndose el tonto, es como que va a estar
dándote el sí, aunque no te lo dé. Esto le da más libertad a la
gente y le quita una herramienta al Estado con la cual el
político complica o pide coimas: el famoso 'no te muevo el
expediente, te lo piso, te lo trabo'", afirmaron desde el
Gobierno.
Empero, la oposición no aliada al Gobierno objeta la medida
porque posibilita incontables "negocios inmobiliarios" a los que
la administración de La Libertad Avanza y el PRO -el partido de
Milei y la fuerza aliada que encabeza el expresidente Mauricio
Macri- procuraron abrirles la puerta.
La legisladora de Unión por Todos (UxP, peronismo,
centroizquierda) Juliana Di Tullio había advertido que esta
modificación estaba destinada a habilitar "negocios
inmobiliarios" de privados pero con bienes del Estado.
La norma deja a la deriva los inmuebles del Estado y
posibilita que cualquiera se pueda quedar con ellos.
Particularmente las grandes empresas que se asentaron en algunos
sin permiso para realizar emprendimientos o desarrollos, planteó
la legisladora opositora. (ANSA).