Por Mattia Bernardo Bagnoli
(ANSA) - BRUSELAS, 04 NOV - Si hay una capital en el mundo
que seguirá las elecciones presidenciales de Estados Unidos con
la misma ansiedad que Pekín (quizás incluso más), es Bruselas.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría marcar un
punto de inflexión para la Unión Europea, especialmente porque
esta vez el magnate no tendría restricciones, al poder ejercer
solo un mandato.
Los puntos de fricción potencial son muchos, desde el apoyo
a Ucrania hasta las políticas comerciales, la relación con China
y el futuro de la OTAN. Por eso, en la capital de la UE se
vivirá la noche electoral con el aliento contenido.
"Como hemos dicho muchas veces, estamos preparados porque el
papel de la UE es estar lista pase lo que pase", comentó con
cautela el portavoz de la Comisión, sin expresar ninguna
preferencia.
Entre los líderes, sin embargo, algunos apoyan abiertamente
a Trump, como Viktor Orban. El regreso del republicano a la Casa
Blanca daría más margen de maniobra al premier húngaro y a
quienes políticamente se alinean con el trumpismo, como la Liga
de Matteo Salvini y una parte significativa de la ultraderecha
europea.
Giorgia Meloni, en cambio, mantiene una postura mucho más
prudente. No podría ser de otro modo: a la afinidad política
mostrada con el trumpismo a lo largo de los años le contrarresta
su papel actual como presidenta del Consejo de Ministros.
Orban, actual presidente del turno de la UE, incluso ha
bloqueado la discusión sobre la extensión de las sanciones a los
activos rusos inmovilizados en Europa (como solicitó Estados
Unidos) hasta después de las elecciones, para ver cómo soplan
los vientos.
El líder húngaro aboga por la paz, se opone a la guerra,
aunque no propone soluciones concretas para cerrar el conflicto
sin una capitulación de Kiev. Una postura similar a la de Trump.
Si el candidato republicano realmente decide cortar el
apoyo, Europa tendría pocas opciones. "No estamos en condiciones
de reemplazar a los estadounidenses en cuanto a ayuda militar",
admite sin rodeos una fuente aliada. Los escenarios son
actualmente difíciles de prever.
Otro gran riesgo para la UE es que Trump desate una guerra
arancelaria. "La Unión Europea es una mini-China", declaró
recientemente, sin augurar nada bueno.
El desequilibrio de la balanza comercial podría ser el
objetivo, y tanto Alemania como Italia serían las más afectadas,
como sucedió durante su primer mandato, cuando impuso aranceles
no solo a Pekín, sino también a sus aliados europeos (por
ejemplo, al acero y el aluminio). Aranceles que no han
desaparecido del todo, ni siquiera con Joe Biden, aunque han
cambiado de forma (el sistema de cuotas).
En la disputa entre Boeing y Airbus se logró una tregua de
cinco años sobre los aranceles cruzados entre EE. UU. y la UE,
pero el futuro sigue siendo incierto.
La cuestión crucial es que, más allá de Trump, la UE está
tomando conciencia de que se avecinan años turbulentos,
independientemente de quién gane, y que debe actuar para ser más
independiente en el mundo actual.
"El estilo será sin duda diferente, ¨pero estamos seguros de
que en el fondo Harris sería mucho mejor para Europa?",
argumentaba recientemente el presidente del Consejo Europeo,
Charles Michel.
"Independientemente del resultado de las elecciones
estadounidenses, propondré una oferta de cooperación, incluido
un Consejo renovado para el comercio y la tecnología entre la UE
y EE. UU., y al mismo tiempo estaré listo para defender nuestros
intereses en caso de un escenario disruptivo", subrayó Maroš
Šefčovič, comisario europeo designado para el Comercio
Internacional y la Seguridad Económica, durante la audiencia de
confirmación en las comisiones del Parlamento Europeo.
La Comisión, por otro lado, no se ha quedado de brazos
cruzados. Según se informa, hace dos semanas los embajadores
fueron reunidos en pequeños grupos y se les presentaron varios
escenarios, dependiendo del candidato ganador.
"No había muchos detalles y ciertamente ninguna medida
concreta que la UE pudiera o quisiera adoptar", señala una
fuente. "Era más bien algo como: 'si gana Harris, esto es lo que
esperamos en el sector energético; si gana Trump, esto es lo que
prevemos en el comercio'". Por ahora, es lo máximo posible.
(ANSA).