Por Pietro Guastamacchia
(ANSA) - AMSTERDAM, 08 NOV - Después de que la policía de
Ámsterdam arrestó a 62 personas tras los ataques antisemitas
ocurridos en la capital neerlandesa con hinchas israelíes del
Maccabi Tel Aviv, que dejaron cinco heridos, los mismos
aficionados dijeron hoy: "Nos tendieron una emboscada: cuando
salimos del metro en el centro, nos estaban esperando con
garrotes y cuchillos".
"Había un ambiente hermoso en el estadio, lo que sucedió
fuera fue algo completamente diferente, algo bien organizado",
dijo a ANSA Nimrod, un ciudadano israelí que vive en Amsterdam
desde hace más de veinte años.
Junto con dos amigos, Nimrod puso a disposición su coche
para realizar trayectos "seguros", organizados a través de un
chat en colaboración con las autoridades del Estado judío, para
llevar al aeropuerto a los aficionados israelíes que permanecían
atrincherados en el hotel, ya que "los taxis, mucho menos los
trenes, eran seguros hoy".
La comunidad judía definió lo que se desató durante la noche
como "una auténtica cacería de judíos": en los vídeos que
circulan en las redes sociales se puede ver a bandas de
activistas propalestinos obligando a los transeúntes a mostrar
sus pasaportes y pateando a ciudadanos israelíes.
En un vídeo, un hombre gritaba "No soy judío" para intentar
escapar de un posible linchamiento.
Una violencia que llevó a uno de los rabinos más conocidos
de Ámsterdam, Yanki Jacobs, a señalar con el dedo a "todos
aquellos que demonizan todo lo israelí o judío desde hace
meses", pidiendo ahora "ser honesto y condenar la violencia".
Pero para los activistas pro palestinos, reunidos frente al
ayuntamiento para exigir la liberación de los más de sesenta
detenidos, la historia el jueves por la noche fue diferente.
"Fue un error que miles de Israel vinieran a Ámsterdam.
Este partido no debería haberse jugado, sabiendo la tensión en
ciertos barrios y la forma en que se comportan estas personas.
Son provocadores, hay decenas de vídeos de ellos arrancando
banderas palestinas de las ventanas, burlándose e incluso
escupiendo a las mujeres que llevaban el hiyab", dijo a ANSA
Jesse Sep Van Aalderen, activista de Pal-Action Amsterdam.
Los comerciantes cerca de la plaza Dam confirmaron que los
aficionados del Maccabi Tel Aviv arrancaron una bandera
palestina de una ventana frente a la parada de metro de Rokin,
según contó a ANSA el propietario de la tienda de recuerdos
situada debajo de la ventana, que reconoció su edificio en el
video que se volvió viral en las redes sociales y que contribuyó
a inflamar de odio durante la noche en Ámsterdam.
"Pero fue un incidente aislado, el comportamiento de algunos
aficionados no justifica en absoluto la violencia que estalló
anoche", comentó la alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, en
una conferencia de emergencia convocada al mediodía, en la que
anunció un régimen de seguridad reforzado para toda la ciudad.
De hecho, había prohibición de manifestaciones, así como de
cubrirse la cara, y autorización de la policía para registrar a
cualquiera que suscite sospechas.
A las 16.42, cuando se pone el sol y se encienden las velas
de Shabat, todas las sinagogas de Ámsterdam están bajo
protección especial de la policía antiterrorista holandesa.
El primer ministro Dick Schoof y el líder soberanista Geert
Wilders iban a visitar la comunidad.
Frente a la sinagoga portuguesa de Ámsterdam, un templo
ortodoxo situado a pocos pasos de la plaza Dam, la policía
escoltaba a algunos que comenzaban a llegar al templo a pesar de
las tensiones.
La orden es no hacer comentarios para no generar polémica:
"Pero no será un Shabat normal, será un Shabat de miedo",
confesó uno de ellos. (ANSA).