(ANSA) - MILAN, 09 NOV - San Siro se apresta para vivir
mañana uno de los partidos más esperados del torneo en una
duodécima fecha, con el choque entre el escolta Inter y el líder
Napoli, los últimos dos campeones del fútbol italiano que llegan
distanciados por un punto.
"Hablar de la clasificación en este momento es prematuro porque
faltan muchos partidos por jugarse, pero sabemos la importancia
que tiene este y queremos llegar del mejor modo al receso",
afirmó Filippo Inzaghi, entrenador de Inter.
"Necesitaremos del mejor Inter para ganarle a Napoli, el líder
del campeonato, que cuenta con un gran entrenador como Antonio
Conte, capaz de darle su impronta a un plantel fuerte y con
mucha jerarquía", reconoció.
"Estoy muy contento de poder contar con un grupo sólido. Los
muchachos trabajan con una sonrisa y esa es una excelente señal.
Tengo suerte también de poder contar con muchos líderes en el
plantel y eso ayuda", agregó.
Inter llega entonado por la victoria por 1-0 frente al Arsenal
que le permitió mantenerse en zona de clasificación directa a
los octavos de final de la Champions y que logró en el mismo
escenario en el que mañana saldrá al ruedo.
"Estamos tratando de recuperarnos del partido del miércoles para
enfrentar a un Napoli que sólo sufrió goles como visitante de
Hellas Verona (0-3 en la primera fecha, Ndr). Mañana necesitamos
hacer un último esfuerzo", completó Inzaghi aludiendo al receso
obligado por una nueva doble fecha FIFA.
A aquella derrota en el estreno, Napoli le sumó la segunda en la
fecha anterior por idéntico marcador, pero como local y frente
al ascendente Atalanta.
Una derrota que tuvo una semana para digerir el equipo de Conte,
quien conversó con la prensa el viernes y afirmó: "El domingo
jugaremos en Milán y la idea no es ir como 'sparring" de un
Inter a la espera de que tire sus golpes. Será una buena
oportunidad para saber cuál es nuestro valor real".
"Debemos tratar de imponer el ritmo, un aspecto en el que
debemos crecer, más allá del resultado. Llegamos como líderes
del campeonato y el objetivo es volver a casa en la cima de la
tabla", resumió Conte, que llevó a Inter a la conquista del
"scudetto" en 2020-21.
Otros tres celebró con Juventus, experiencia que ahora buscará
repetir con Napoli, que con ocho goles recibidos ostenta la
segunda defensa menos vulnerada del torneo (uno menos sufrió el
equipo de Turín, que hoy animaba el "Derby della Mole" con
Torino).
Pero los 18 convertidos hacen del líder del torneo un equipo
menos efectivo en ofensiva que seis de los que precede en la
tabla, siendo Atalanta con 29 festejos le más prolífico en ese
rubro, por delante de un Inter que celebró 25.
Napoli ganó tres de sus cinco partidos fuera de casa, mientras
que Inter cantó victoria en cuatro de sus seis duelos en el
Giuseppe Meazza, donde sufrió su única derrota, nada menos que
en el "Derby della Madonnina" frente al Milan por 2-1 en la
quinta fecha.
"Enfrentaremos al equipo que en estos años demostró ser el más
fuerte y que hoy está por encima de muchos gracias al gran
trabajo realizado por dirigentes, cuerpo técnico y futbolistas",
reconoció Conte.
"Pero no vamos a Milán con la bandera blanca, sino convencidos
de que tenemos que dar pelea. Será una buena oportunidad para
medirnos con el mejor equipo del campeonato y comprender si
estamos avanzando o no", completó.
Inzaghi también prevé un partido complicado para Inter porque,
dijo, "hemos tenido algunos problemas para hacer rotaciones al
perder a algunos jugadores por lesión" y consideró que "estos
partidos se definen por detalles y deberemos estar muy atentos".
Entre las bajas del "nerazzurro" se cuenta la del brasileño
Carlos Augusto, quien regresaría después del receso, mientras
que en el once inicial se anuncia al suizo Yann Sommer por
detrás de una línea de tres defensores que integrarían el
francés Benjamin Pavard, Francesco Acerbi y Alessandro Bastoni.
En el mediocampo estarían el turco Hakan Calhanoglu, Nicoló
Barella, el armenio Henrikh Mkhitaryan, Federico Dimarco y el
neerlandés Denzel Dumfries (con ventaja sobre Matteo Darmian),
mientras que en ataque Inzaghi apostará por la dupla integrada
por el capitán argentino Lautaro Martínez y el francés Marcus
Thuram, que celebraron cinco y siete goles cada uno en el
torneo.
Martínez marcó en los últimos dos partidos del campeonato,
mientras que Thuram convirtió sus últimos tres frente al Torino,
el 5 de octubre, para un Inter que cantó victoria en sus últimos
tres partidos (incluido el de la Champions) y no sufrió goles
frente a Empoli, Venezia, ni Arsenal.
Para disputarle el balón en el mediocampo, Conte apostará por el
camerunés Andre Zambo Anguissa y por el británico Scott
McTominay, pero no decidió aún si estarán acompañados por el
escocés Billy Gilmour o por el eslovaco Stanislav Lobotka, quien
no juega desde que se lesionó con su selección el 4 de octubre.
Conte suele apelar a equipos compactos y a la presión, para
tratar de lastimar de contragolpe, rubro en el que será vital la
contribución del georgiano Khvicha Kvaratskhelia, goleador del
Napoli con cinco festejos, quien se anuncia como titular junto
con Matteo Politano y el belga Romelu Lukaku, que suma cuatro en
el torneo.
Al ex compañero de ataque de Lautaro Martínez en Inter se
refirió Conte al lamentar que "en cada conferencia de prensa me
preguntan por Lukaku y les repito que su crecimiento depende del
equipo porque ningún jugador es determinante por sí solo".
Para el técnico de Napoli, que además de los mencionados
apelaría al arquero Alex Meret, junto con Giovanni Di Lorenzo,
el albano-kosovar Amir Rrahmani, Alessandro Boungiorno y el
uruguayo Matías Olivera en defensa (el argentino Giovanni
Simeone estará entre los suplentes junto con los brasileños Juan
Jesús y David Neres), volver a Milán siempre es especial.
"Es lindo regresar al lugar en el que trabajaste duro y me
genera muchas emociones porque es como volver atrás en el
tiempo. Es inevitable recordar situaciones y momentos de los dos
años que trabajé en Inter y fui feliz, además de ganar el
scudetto. Algo que llevaré conmigo por siempre", confesó.
Mañana deberá dejar de lado las emociones porque Napoli necesita
irse de San Siro con algo y para ello tendrá que demostrar de
qué está hecho ante un rival que tratará de desplazarlo de la
cima, para lo cual deberá derrotarlo con el arbitraje de
Maurizio Mariani y con más de 70 mil almas como testigo. (ANSA).