(ANSA) - NUEVA YORK 9 NOV - Kamala Harris aún no piensa en el
futuro: La herida de la derrota aún está demasiado fresca para
permitirle mirar hacia adelante con claridad. Amigos y asesores
informan que formular hipótesis sobre el camino que tomará es
prematuro, pero la vicepresidenta podría tener varias opciones
para elegir una vez que llegue el momento.
La posibilidad de que siga en política es la más remota. Por
el momento, incluso pensar en su nueva nominación en las
elecciones de 2028 parece un espejismo, considerando la
facilidad con la que ganó Donald Trump.
Pero cuatro años en política es una eternidad, y Harris
tiene acceso a una vasta red de donantes que, si el mandato del
presidente electo resulta caótico, tal vez podrían apoyarla
nuevamente mientras intenta hacer realidad su sueño de romper el
techo de cristal.
Es poco probable que Harris, informa el New York Times,
decida presentarse nuevamente al Senado: los dos senadores que
representarán a California acaban de ser elegidos y es poco
probable que se vayan pronto.
En su estado, Harris podría aspirar a convertirse en
gobernadora, retomando el legado de Gavin Newsom si decide, como
se rumorea desde hace tiempo, salir al campo en 2028.
Entre los cargos institucionales hay quienes sueñan con que
Joe Biden la nomine a la presidencia de la Corte Suprema antes
de su despedida de la Casa Blanca. Una hipótesis irrealizable
dado que los demócratas primero tendrían que convencer a la
jueza Sonya Sotomayor de que se vaya y luego apretar el
acelerador para confirmar a Harris antes del 20 de enero.
Las hipótesis que, de momento, más acreditadas entre sus
aliados son el sector privado, incluso en calidad de lobbyista,
o su entrada en un think tank donde tendría la posibilidad de
perseguir sus causas sin las restricciones impuestas por el
papel como vicepresidente de Biden.
Harris también podría optar por escribir un libro, a raíz de
lo que hizo Hillary Clinton en 2016 tras su derrota ante Donald
Trump.
Lo que parece seguro es que la vicepresidenta, tras pasar
estos últimos 70 días en la Casa Blanca, se tomará un tiempo
para sí misma y para reflexionar sobre sus próximos movimientos.
Poco antes de la votación, concretamente el 27 de octubre,
Harris había dejado claro que entre sus planes postelectorales
figuraría "ganar algunos kilos".
"Me están agotando", bromeó al referirse a la intensa
campaña electoral y sin saber lo que le esperaba unos días
después. (ANSA).