Por Enrica Battifoglia
(ANSA) - BUENOS AIRES 10 NOV - Se necesita urgentemente una
visión global para abordar con éxito el cambio climático y sus
consecuencias, sobre todo sin generar nuevas disparidades entre
los países más ricos y los países en desarrollo: esta es la
posición de Roberto Danovaro, profesor de Ecología en la
Universidad Politécnica de Las Marcas (Italia) y presidente del
Pacto con la Fundación Mar para la Tierra.
En vísperas de la conferencia de las Naciones Unidas sobre
el cambio climático, COP29, prevista en Bakú (Azerbaiyán) desde
mañana al 22 de noviembre, Danovaro observa que "hay una brecha
cada vez mayor entre los países avanzados y los países en
desarrollo".
Según el experto, es hora de pensar en "medidas que
permitan colmar este nuevo desequilibrio". Hasta ahora,
continúa, "las sociedades han crecido devorando recursos
naturales y esto también ha permitido un crecimiento en términos
de bienestar. Ahora estamos viendo las consecuencias, pero no
podemos pedir a los países en desarrollo que no sigan su camino
solo porque hemos entendido que ahora la cuerda está demasiado
apretada: debemos apoyar, también económicamente, a los países
que afrontan su proceso de crecimiento respetando el medio
ambiente", apunta el experto.
De hecho, si muchos países occidentales han adoptado
políticas más respetuosas con el medio ambiente, no deben
consumir los recursos que se encuentran en otros lugares. "Por
ejemplo - observó - en Italia como en Estados Unidos en los
últimos años hemos registrado un aumento de los bosques y
bosques, pero hemos seguido erosionando los de otros países".
Es una situación que está en constante evolución: "si la
Agenda 2020 preveía proteger el 20% de la biodiversidad
terrestre, el porcentaje se actualizó posteriormente al 30%.
Está claro que no basta con proteger el 30% del planeta, pero es
posible que en el futuro podamos subir aún más el listón".
Tener una visión global, continúa Danovaro, significa
también comprender que "existe un fuerte vínculo entre el cambio
climático y sus efectos sobre la naturaleza" y que "el juego de
la salud humana también se juega en estos aspectos", añadió,
refiriéndose a las olas de calor o la reciente inundación en
Valencia.
Esta "visión holística" del clima, la naturaleza y la
salud humana "aún no ha recibido la debida atención", sostiene.
Es cierto que hay una COP sobre cambio climático y otra sobre
biodiversidad y que han dialogado, pero no es suficiente:
"estamos a punto de afrontar una crisis importante no solo por
la sequía y las olas de calor provocadas por el cambio
climático, sino también una crisis por el impacto del cambio
climático sobre la biodiversidad, la reducción de la producción
de alimentos y las consiguientes migraciones".
Estos "múltiples riesgos podrían conducir a peligrosos
cortocircuitos" y nos hacen ver de primera mano cómo "es
necesario superar barreras ideológicas en la cuestión climática:
no son una cuestión política como tampoco lo es la salud, pero
son un problema real". "Para tres mil millones de personas y son
un problema social porque son las poblaciones más débiles del
planeta las más afectadas", subraya Danovaro. (ANSA).