(ANSA) - ROMA, 10 NOV - Rusia alza destellos de paz en
Ucrania tras las "señales positivas" que llegan de la América de
Trump mientras se libra la batalla con drones sobre el terreno y
un ejército de soldados moscovitas se prepara para reconquistar
el territorio perdido en el Kursk ruso.
El precio a fuego y sangre es dramático: Londres estima que
700.000 soldados del Kremlin han muerto o han resultado heridos
desde el inicio de la guerra, mientras que Moscú afirma haber
matado a más de mil soldados ucranianos solo en las últimas 24
horas.
Y pronto correrá más sangre en Kursk: los rusos han
reunido una fuerza de asalto de 50.000 hombres, incluidos los
norcoreanos enviados por Pyongyang, que se prepara para la
ofensiva contra las tropas ucranianas que ocuparon partes de la
región desde la arremetida de agosto. Desde entonces, los rusos
se han limitado a contener los ataques, sin lanzar una verdadera
operación terrestre.
Fuentes estadounidenses y ucranianas revelaron al New York
Times que el ataque sería inminente, probablemente ya "en los
próximos días". El ejército de 50.000 efectivos "no influyó en
el despliegue ruso en el este de Ucrania", subrayan las fuentes.
Los norcoreanos, que "se están entrenando en el uso de
artillería y maniobras tácticas de infantería, están equipados
con armas y uniformes rusos". Serían 10.000, según las últimas
estimaciones de los servicios de inteligencia occidentales.
Según los analistas, la ofensiva ucraniana en Kursk ha
tenido efectos perjudiciales en los demás frentes del conflicto
porque ha debilitado la fuerza militar sobre el terreno, en
particular en la región de Donetsk, donde aún hoy los rusos han
seguido avanzando, conquistando otra aldea.
Pero recuperar el territorio perdido no será fácil para
Moscú, que corre el riesgo de sufrir graves pérdidas. Octubre
fue el peor mes en términos de bajas desde el inicio de la
guerra: el almirante Tony Radakin, jefe del Estado Mayor de la
Defensa británica, afirmó que las fuerzas de Vladimir Putin
habían sufrido una media de unos 1.500 muertos o heridos "cada
día".
"Rusia se acerca a los 700.000 muertos y heridos. Este es
el enorme dolor y sufrimiento que la nación tiene que soportar
debido a la ambición de Putin", añadió Radakin.
Una investigación de la BBC del pasado mes de septiembre
estimaba que más de 70.000 soldados rusos habían muerto en
Ucrania desde el inicio del conflicto, mientras que los soldados
ucranianos superaban los 30.000 en febrero, una cifra
oficializada por Kiev, pero que podría ser muy reducida en
comparación con la realidad.
En este contexto, los drones siguen dominando, precisamente
porque son capaces de infligir pérdidas al enemigo sin poner en
riesgo a sus propios soldados. En un ataque sin precedentes, las
fuerzas rusas desplegaron un récord de 145 drones, en su mayoría
kamikazes Shahed iraníes, en Ucrania en 24 horas, causando daños
y heridos.
Las defensas aéreas de Kiev - anunciaron los militares -
derribaron 62: otros 67 están desaparecidos, 10 abandonaron el
espacio aéreo ucraniano en dirección a Moldavia, Bielorrusia y
Rusia.
En una semana, 600 drones fueron lanzados al asalto,
denunció el presidente Volodimir Zelenski. En el otro frente,
los rusos anuncian la destrucción de 70 aviones, más de la mitad
en la región de Moscú - también un récord -, lo que provocó
heridos y el cierre de los aeropuertos de la capital durante
varias horas.
A pesar del clima de guerra, Moscú envía mensajes
conciliadores. El deseo de Donald Trump de alcanzar un acuerdo
que conduzca a la paz en Ucrania indica que "las señales son
positivas", afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. "Es
difícil decir qué sucederá", precisó, pero el presidente electo
"no habla de confrontación, no dice que quiere infligir una
derrota estratégica a Rusia, y esto lo distingue favorablemente
de la actual administración", acotó.
Mientras tanto, desde Estados Unidos, la campaña de Trump
desmiente al ex asesor Bryan Lanza, según el cual Crimea está
perdida y Kiev debe hacer concesiones: "él no trabaja para el
presidente y no habla en su nombre", afirmó un portavoz. (ANSA).