(ANSA) - ROMA 10 NOV - Los recuerdos no permanecen
inalterados en el tiempo, sino que se actualizan y reorganizan
constantemente en función de la información más reciente y de
las nuevas experiencias a través de un mecanismo que permite
este proceso fundamental para la memoria.
Lo indica un estudio publicado en la revista Nature.
La investigación, realizada en ratones y coordinada por la
Escuela Americana de Medicina Icahn en Mount Sinai, también
podría ayudar a comprender mejor algunos trastornos, como el
estrés postraumático.
"La opinión sostenida desde hace mucho tiempo es que los
recuerdos se forman durante el aprendizaje inicial y luego
permanecen estables con el tiempo, lo que nos permite recordar
una experiencia particular", dice Denise Cai, quien coordinó el
estudio.
"Nuestro trabajo muestra la insuficiencia de esta teoría,
que no tiene en cuenta cómo el cerebro puede almacenar recuerdos
y actualizarlos de manera flexible. Esta combinación de
estabilidad y flexibilidad - agrega Cai - es esencial para poder
interactuar con un mundo en constante evolución, para poder
tomar decisiones y hacer predicciones".
Los investigadores monitorearon el comportamiento y la
actividad neuronal de ratones adultos a medida que tenían nuevas
experiencias. Descubrieron así que, después de cada
acontecimiento, el cerebro consolida y estabiliza la memoria
reproduciendo esa experiencia concreta.
Sin embargo, en el caso de un evento traumático como una
descarga eléctrica, el cerebro no se limita a reproducir la
circunstancia desagradable, sino que también intenta recordar lo
sucedido en los días anteriores, probablemente en busca de
eventos relacionados para conectarlos.
Además, contrariamente a la creencia popular, estas
conexiones no se establecen durante el sueño, sino especialmente
cuando el animal está despierto, lo que plantea preguntas
interesantes sobre los diferentes roles que juegan el sueño y la
vigilia en los diferentes procesos de memorización. (ANSA).