Por Stefano Secondino
(ANSA) - ROMA, 12 NOV - Donald Trump no estará en la Cop29 de
Bakú, que comenzó hoy, pero el presidente electo de Estados
Unidos será el convidado de piedra del evento, el que tiene el
poder de arruinar la fiesta.
El magnate avisó en campaña que, de ser elegido, volvería a
sacar a Estados Unidos del Acuerdo del Clima de París, como ya
hizo durante su primer mandato.
Pero no solo eso. Amenazó con retirarse de la Convención
Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, CMNUCC, la que
organiza la COP.
Eso significaría que Estados Unidos ni siquiera participaría
en las negociaciones para definir las políticas climáticas
mundiales. Simplemente, las ignoraría, y haría lo que quisiera.
Y lo que quiere Trump, lo dejó claro en campaña: 'drill,
drill, drill', es decir, perforar todo lo que se pueda, petróleo
y gas. Fuentes fósiles que dan autosuficiencia energética al
país y lo convierten en un país exportador y, al mismo tiempo,
aumentan el efecto invernadero y sus consecuencias, como se vio
en Valencia.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, famoso
por sus metáforas atrevidas, aludiendo a Trump dijo: "El Acuerdo
de París puede sobrevivir, pero a veces la gente puede perder
órganos importantes, o perder las piernas y sobrevivir. No
queremos un Acuerdo de París paralizado".
El enviado especial de Italia para el clima, Francesco
Corvaro, fue menos metafórico en una entrevista: "Sin Estados
Unidos, no vamos a ninguna parte. Las Cop se podrán seguir
haciendo pero, por el amor de Dios, todo quedará en pausa".
Este año en Bakú el tema principal será la financiación
climática, es decir, el nuevo instrumento de ayuda a los países
vulnerables: a partir de 2026 deberá ocupar el lugar del fondo
de 100.000 millones de dólares anuales creado en virtud del
Acuerdo de París. Un fondo que no alcanzó esta cifra hasta 2022.
Las negociaciones prometen ser difíciles. Los países
vulnerables quieren todo el dinero posible y la máxima libertad
para utilizarlo, los donantes aprietan el cinturón y quieren
reglas claras y controles estrictos sobre el uso de su dinero.
Joe Biden no estará en Bakú, ni tampoco muchos líderes
mundiales, desde Xi a Modi, pasando por Ursula von der Leyen,
Emmanuel Macron, Vladimir Putin o Lula da Silva.
Pero si Trump hiciera algún anuncio de mano dura sobre
políticas climáticas durante los días de la conferencia, la Cop
podría acabar mal. Las potencias petroleras que siempre han
digerido mal los compromisos de descarbonización, de Arabia
Saudí a Rusia, y las potencias industriales emergentes que aún
funcionan con carbón, como China e India, podrían aprovechar la
desconexión estadounidense para retirarse también.
Y en ese punto, las políticas climáticas mundiales acabarían
en un callejón sin salida (ANSA).