Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MXICO, 12 NOV - Las amenazas del futuro
presidente de Estados Unidos Donald Trump de imponer pesados
aranceles a las importaciones si México no frena la migración o
las drogas deberían ser respondidas "sin poner la otra mejilla",
según algunos especialistas que rechazan bajar la guardia ante
sus advertencias.
"Hay que responder a Trump con represalias que duelan",
afirmó Ildefonso Guajardo, ex ministro de Economía y ex
negociador de la revisión del Tratado de Libre Comercio
México-Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Guajardo recordó que México ya ha adoptado este tipo de
medidas cuando en marzo de 2009, en la administración de Barack
Obama, le impuso fuertes impuestos a sus ventas y méxico a
cambio cerró la frontera al autotransporte de carga provocando
pérdidas por 2.000 millones de dólares.
Trump "va a intentar solucionar sus problemas de la agenda
bilateral con la revisión del acuerdo y una política
arancelaria, pero México debe diseñar una estrategia de defensa"
inteligente, buscando "a los sectores republicanos con mayor
aceptación de Trump, para que le cale dentro de sus electores",
estimó.
Si el magnate que asumirá un segundo mandato en Washington
a partir del próximo 20 de enero aprueba aranceles "ilegales
fuera del T-MEC" México tiene el "derecho a imponerle aranceles
en la misma cantidad", recordó el ex funcionario.
Otros especialistas consideran que se requiere "echar mano
de la experiencia que ya se tiene negociando con Trump y su
equipo" para frenar cualquier amenaza proteccionista.
El presidente de la Cámara Americana de Comercio, Carlos
García, afirma que "el mismo tratado" trilateral cuenta con
mecanismos en caso de imposición de aranceles que pueden ser
empleados para contrarrestar cualquier ofensiva en este sentido.
"Hay una relación que se fue construyendo y creo que ambos
gobiernos han reconocido" que el T-MEC es un "buen tratado",
señaló.
En su opinión, Trump "genera discursos y políticas dirigidas
a proteger las industrias estadounidenses especialmente bajo
argumentos de seguridad nacional" pero entre los dos países "hay
conocimiento, hay entendimiento" y eso ayudaría a amortiguar
cualquier medida.
Alejandro Luna, especialista en comercio exterior, asegura
que Trump no busca medidas "de efecto inmediato" sino dejar "un
legado de largo plazo".
Los entendidos aceptan que la relación de Estados Unidos
con México va a atravesar un período complicado durante la
gestión de Trump pero estiman que "no será el fin del mundo" ni
se vendrán abajo las sólidas relaciones comerciales, políticas y
económicas que se han construido a lo largo de muchos años entre
ambos países.
A su juicio, México ha forjado una fuerte resiliencia con el
país vecino con el que comparte más de 3.000 kilómetros de
frontera y que ha invadido su territorio al menos tres veces
durante dos siglos de vida independiente (1964, 1914 y 1916),
por lo que las amenazas de Trump sólo son un capítulo más en
esta agitada relación.
La inminente llegada de Trump a la Casa Blanca "no supondrá
que se desmorone el vínculo entre los dos países", dijo hace
unos días el vicepresidente de la Sociedad de las
Américas/Consejo de las Américas, Eric Farnsworth, aunque son
muchos los que piensan que las cosas no serán un "día de campo"
para México. (ANSA).