Por Michele Esposito
(ANSA) - BRUSELAS, 12 NOV - Raffaele Fitto evitó las trampas
tendidas durante su audiencia en la Eurocámara, pero su papel
como vicepresidente ejecutivo de la Comisión sigue siendo todo
menos blindado.
Y a partir de ahora, gran parte del destino del candidato
italiano no dependerá de él. Las tres fuerzas de la mayoría de
érsula, el PPE, los Socialistas y los Liberales, ante un punto
muerto agudo y lleno de tensión, se vieron obligados a posponer
la votación, optando por una decisión contextual de los seis
vicepresidentes in pectore.
El juego de vetos mutuos, con Fitto y Teresa Ribera como
elementos más atacados, hizo que las audiencias fueran casi
superfluas. El verdadero problema está en otra parte. Está sobre
la mesa de Ursula von der Leyen, llamada a correr contra el
tiempo para poder tener una Comisión operativa el 1 de
diciembre.
El Súper Martes de las audiencias de los comisarios -además
de Fitto y Ribera, fueron examinados la popular Henna Virkkunen,
los liberales Kaja Kallas y Stéphane Sejourné y la socialista
Roxana Minzatu- terminó así en un punto muerto.
Ya a primera hora quedó claro que el PPE, los Socialistas y
Renew no votarían ni con el quórum de 2/3 de la comisión
parlamentaria competente ni con la mayoría simple de los
diputados, esperada en la tercera votación. No le habría
convenido a nadie. Con mayoría simple, Fitto habría pasado
gracias al sí del ECR, de los Patriots e incluso del
ultraderechista AfD, una hipótesis muy incómoda para von der
Leyen y ahora también para el líder del PPE, Manfred Weber, de
cara a las próximas elecciones. en Alemania.
Por otro lado, la socialista Ribera no estaba segura de
pasar ni siquiera con mayoría simple. Y su audición lo demostró.
"A ella le correspondía evitar la tragedia de Valencia. Debería
acudir a los tribunales", atacaron tanto Vox como el Partido
Popular.
En el PPE, los españoles querrían posponer el sí a Ribera
hasta después de su audiencia en el Parlamento Ibérico el 20 de
noviembre. Weber tiene entonces otro nudo que desatar: con la
victoria de Donald Trump y la inminente caída del gobierno
alemán, el juego de mayorías variables concebido inicialmente
con el apoyo de ECR, pero también de los Patriots ya no es
practicable, porque sería inmediatamente tomado por los
socialistas.
Está previsto que los líderes del grupo se reúnan nuevamente
el jueves y es posible que Von der Leyen se encuentre con los
líderes de su mayoría. Pero ya durante las audiencias, el
presidente de la Comisión hizo una parada en la Eurocámara donde
se reunió con la líder del grupo socialista, Iratxe García
Pérez, y con la líder del grupo liberal, Valerie Hayer.
Se fue poco después, todavía sin un punto de caída acordado.
Al sentir el estancamiento, Fdi actuó de inmediato y aseguró
que, con Fitto en el equipo, la nueva Comisión von der Leyen
votará en el Plenario, ingresando efectivamente a la mayoría.
Luego, por la noche, intervino Giorgia Meloni.
Con un objetivo: arañar el no de los socialistas a la
vicepresidencia en Fitto liderada por alemanes y franceses, in
primis. "Me parece inconcebible que algunos miembros del Partido
Democrático pidan ahora quitarle a Fitto la vicepresidencia
ejecutiva. Me gustaría saber de Elly Schlein si ésta es su
posición oficial: quitarle a Italia un puesto de liderazgo para
poner los intereses de su partido por encima de los intereses
colectivos", atacó la primera ministra.
En realidad, en el Partido Democrátic aclararon que el
problema no es la competencia de Fitto sino el papel superior
confiado a un miembro de ECR. Una gran parte de los
eurodiputados democráticos valoraron positivamente la audiencia
de Fitto.
El ministro, durante más de tres horas, se desmarcó de
cualquier posición soberanista. Admitió que, a pesar de lo que
hizo cuando estaba en el PE, hoy habría votado sí al Next
Generation UE. "Aquí no represento a un partido ni a Italia,
sino a Europa", declaró Fitto, afirmando haber trabajado siempre
por una Unión más fuerte.
"Su experiencia le valió el reconocimiento de muchos
presentes", comentó Meloni. Pero el juego no ha terminado.
En el PE plantearon la hipótesis de que el Día D podría
incluso ser el lunes. Dependerá de von der Leyen encontrar una
solución. Según algunos, con una declaración escrita que blinde
a la mayoría europeísta. Según otros, se trata de una ligera
reorganización de las delegaciones. Sin embargo, nadie sabe si
será suficiente. (ANSA).